Un baño tropical en China

Su última novela, Los mares de Wang (Alfaguara), es el producto de tres meses de intenso viaje por China; lo necesario para recorrer sus 18.000 kilómetros de costa. El escritor barcelonés Gabi Martínez emprende una ruta por más de veinte ciudades que encarnan el nuevo rostro del Estado más poblado del planeta. Sorprendentes enclaves como Dalian, Quingdao o Shenzhen revelan las enormes diferencias que existen con respecto al interior del país, y asombran tanto al autor como a su joven guía chino, Wang.

En un viaje tan lleno de sorpresas, ¿cuál se llevó la palma?

Sinceramente, el que no dejaran de ofrecerme prostitutas; te puedes imaginar los malentendidos... En realidad, sorprende la pérdida de tabúes con respecto al sexo en las zonas costeras. En cualquier calle plantan una manta y se ponen a vender películas porno pirateadas. La cantidad de sex shops es inimaginable y, aunque suene tópico, muchos venden consoladores llamativamente pequeños.

¿Descubrió algún rincón sosegado en un viaje tan movido?

Hainan Dao, la isla del mar del Sur, es el sitio para el que busque paz y espectaculares playas vírgenes tropicales. Es interesante porque históricamente ha recalado gente de toda China y aún quedan tribus de la etnia li que viven de manera primitiva en el centro de la isla. Ah, mascan hojas de betel, una planta estimulante.

¿La probó?

Sí, y, a juzgar por su éxito -demostrado por la cantidad de escupitajos verdes que hay por toda la isla-, la esperaba más contundente. Me relajó, eso sí.

¿Hay sitios imprescindibles aparte de las ciudades más grandes?

Muchos. La preciosa Suzhou, a la que Marco Polo llamó la "segunda Venecia", Beihai, un puerto del sur dedicado al cultivo de perlas al que le quedan 10 minutos para convertirse en zona hiperexplotada, o Xiamen, ciudad aún más palpitante por estar frente a la isla de Taiwan, de donde copia muchas cosas con resultados estrámboticos; visten con las mezclas más explosivas de colores y telas que jamás había visto.

¿Qué consejos le daría al que siga sus pasos?

Tener paciencia, llevar varias frases apuntadas en un papel, asumir que sólo podrás dormir en hoteles para extranjeros y, sobre todo, estar preparado para la sorpresa continua.

Andrés S. Braun