La postal de Rafael Canogar
Toledo. Recuerdo que en el verano de 1952, con 17 años, quise pintar un cuadro que me interesaba mucho: la antigua fábrica de armas de Toledo vista desde el puente de San Martín al amanecer. Me levantaba de noche y recorría el camino desde la casa de mis tíos, cerca de la catedral. Toledo es una ciudad difícil para veranear por el calor. Durante el día me metía en casa de mi abuela, estábamos en el patio, y luego íbamos al Miradero. Aquel cuadro se ha perdido. Era muy lírico, muy bello. Se vendió y le he perdido la pista. Ahora que estoy preparando el catálogo razonado de mi obra, me gustaría recuperarlo. Rafael Canogar es pintor y grabador.
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