Ataques cavilados
Blancas: W. Steinitz (Austria).
Negras: A. Mongredien (Reino Unido).
Defensa Moderna (B06). Londres, 1863.
La decisión de establecerse en Londres -y de cambiar incluso su nombre, Wilhelm, por William- tuvo una influencia muy positiva en el juego de quien hoy es considerado como el padre del ajedrez moderno. Steinitz fue templando su querencia al ataque romántico, que había aprendido en la escuela alemana con Anderssen como principal modelo, con el sello de elegancia posicional propia de la escuela inglesa. Y así estableció un primer principio, aún hoy sagrado: el ataque combinativo sólo está justificado cuando previamente se ha logrado una ventaja estratégica. Este ejemplo, con sacrificios en cascada, es sublime: 1 e4, g6 2 d4, Ag7 3 c3, b6 4 Ae3, Ab7 5 Cd2, d6 6 Cgf3, e5 7 d - e5! (el Ag7 será ahora pasivo) 7... d - e5 8 Ac4, Ce7? (era imprescindible 8... De7) 9 De2?! (Steinitz tiene un buen plan, pero omite una oportunidad táctica: 9 A - f7+, R - f7 10 Db3+, Re8 11 Cg5, ganando) 9... 0-0 10 h4! (lección esencial de estrategia superior: con el centro fijado, se inicia el ataque por el flanco) 10... Cd7 11 h5, c5 12 h - g6, C - g6 (tras la natural 12... h - g6 13 Cg5, Cf6 14 0-0-0, Dc7 15 Th4, para doblar torres, dejaba muy mal a las negras) 13 0-0-0, a6 14 Cg5, Cf6 (tampoco sirve 14... h6 por 15 C - f7, T - f7 16 Dg4, Cdf8 17 A - f7+, R - f7 18 Cc4, con ataque terrorífico) 15 C - h7!!, C - h7 16 T - h7!, R - h7 17 Dh5+, Rg8 18 Th1, Te8 19 D - g6, Df6 (diagrama) 20 A - f7+!! (más prosaica es 20 Dh7+, Rf8 21 Th3, ganando) 20... D - f7 21 Th8+, R - h8 22 D - f7, y Mongredien se rindió ante la enorme potencia de la dama blanca; por ejemplo: 22... Ac6 23 Dg6, Ad7 24 Ah6, Te7 25 D - b6, etcétera.
| Vea la partida |
Correspondencia: ajedrez@elpais.es
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
