El camarote de los hermanos Marx

Todos en fila delante del baño: 14 corredores debieron pasar el control antidopaje a petición del Comité Olímpico Italiano (CONI) en Prato Nevoso el domingo. Qué atasco bajo la lluvia ante un furgón que parece el camarote de los hermanos Marx. Todo por un ciclismo creíble. Todos en fila por un maillot: seis corredores, que no son pocos -serían más si Riccò y Cobo no se hubieran tenido que ir a la fuerza- a cinco días de París, se agolpan en 49 segundos -tres de ellos, en menos de 10 segundos- en la cabeza de la clasificación general. Ayer, día de descanso, hicieron un repaso a lo que pueden hacer, ellos y sus rivales recíprocos, en las tres etapas decisivas que quedan: dos de montaña -hoy y mañana, con cinco puertos, cuatro de ellos entre 2.000 y 2.800 metros, y una llegada en alto, en Alpe d'Huez, donde las 21 curvas de herradura- y la contrarreloj de 53 kilómetros el sábado. Entre ellos, un español, el escalador Carlos Sastre, con el que comienza la cuenta atrás:

- 6º. Carlos Sastre (CSC), 33 años. A 49 segundos del líder. Mientras el chaval del Barraco (Ávila) es capaz de usar cuatro veces la palabra "equipo" en una misma frase -todo por el equipo, nada sin el equipo, y así-, los viejos le recuerdan que el Tour sólo lo gana uno; que es imposible que los dos, Frank Schleck y él, suban a lo más alto del podio en los Campos Elíseos. "No puedo ser muy frío", dice; "los escaladores tenemos que convertir las dos etapas de montaña en una contrarreloj para acabar con los contrarrelojistas [Evans, Menchov, Vande Velde]. Ganar el Tour no es imposible. Me lo dicen mis sensaciones". "Quien lleva los galones tiene que saber mandar", recuerda desde el exilio Giancarlo Ferretti, el viejo director que manejó en su momento a Riis; "para ser buen manager, hay que tener cojones y elegir: los dos no pueden ganar".

- 5º. Christian Vande Velde (Garmin), 32 años. A 39 segundos. La gran sorpresa, la insidia. Un buen contrarrelojista al que los escaladores no han sabido quitarse del medio en las tres etapas de montaña disputadas. Vande Velde, estadounidense que vive en Girona y primera maglia rosa del último Giro, ha encontrado en el Garmin, el proyecto ecológico de Vaughters, lo que no halló ni en el US Postal, equipo en el que nunca corrió el Tour con Armstrong, ni en el Liberty de Manolo Saiz ni en el CSC de Riis: el trato de líder. Ha respondido a la responsabilidad con una regularidad, una invisibilidad de garrapata, que hace recordar a los viejos Leipheimer y Evans de otros Tours.

- 4º. Denis Menchov (Rabobank), 30 años. A 38 segundos. "Sí, puede que sea el más fuerte", dice el ruso, que se hizo ciclista en la dura escuela navarra, la de Indurain: la paciencia, la paciencia. "Pero tengo el deber de demostrarlo", añade. Cuando lo iba a hacer el domingo, el ganador de dos Vueltas (2005 y 2007) iba tan fuerte que patinó en una curva cuesta arriba. Y, como no es Armstrong, capaz de convertir un pum cuesta arriba en un jump hasta las nubes, acabó en Prato Nevoso pidiendo la hora, lo que aprovechó Sastre, siempre escrupuloso con su papel en el equipo y, por lo tanto, a rueda de Kohl, para superarle por primera vez en una subida. "Pero estoy bien donde estoy ahora", matiza Menchov, quien, pese a todo, arañó unos segundos a Evans y confía en sus cualidades de contrarrelojista.

- 3º. Cadel Evans (Silence), 31 años. A 8 segundos. Si sólo quedara la contrarreloj para terminar el Tour, el australiano sería, sin duda, el ganador. Otro de los invisibles en la montaña, Evans, el más consciente de lo que quiere y de los medios que tiene para conseguirlo, se ha limitado a intentar aguantar a rueda y vivir de los segundos logrados ante todos en la primera contrarreloj y ante Menchov en el corte de la tercera etapa. De su capacidad de aguante hoy y mañana en unos puertos que el CSC convertirá en un infierno para descabalgarlo, dependerán sus posibilidades.

- 2º. Bernhard Kohl (Gerolsteiner), 26 años. A 7 segundos. Tras pasar por el Rabobank amateur y por el T-Mobile, el escalador austriaco llegó al Gerolsteiner habiendo mostrado sólo su capacidad para subir puertos con una rara eficiencia teniendo en cuenta la energía que derrochaba con tanto movimiento de cabeza, estilo perrito de adorno en los coches. El de más ralo palmarés de los pretendientes -sólo un triunfo, y no muy complicado, un campeonato de Austria-, el vienés está ahora en una inesperada situación de privilegio que puede consolidar dado que en Prato Nevoso se mostró como uno de los más frescos.

- 1º. Frank Schleck (CSC), 28 años. Hace tres años se dio a conocer ante el gran público con una victoria en Alpe d'Huez, el lugar en el que mañana puede sellar su victoria para convertirse, 50 años después de Charly Gaul, en el segundo luxemburgués que gana el Tour en la posguerra. Quien sale de Alpe d'Huez de amarillo llega así hasta París, dijo, e hizo, Perico Delgado en 1988, pero, para lograrlo, el mayor de los hermanos Schleck deberá dejar por el camino a Menchov y Evans, tarea para la que necesitará tanto a su hermano, el fantástico Andy, como a Sastre, quien, sin embargo, es su rival. Y Riis... ¿Qué piensa?