_
_
_
_
_
Reportaje:Información privilegiada

La semana loca de las empresas

De la suspensión de Martinsa a los líos eléctricos de Iberdrola y Endesa

Semana loca. Comenzó con el estallido de la suspensión de pagos de Martinsa-Fadesa y ha terminado con el nuevo asalto a Iberdrola por parte del Grupo ACS, que preside Florentino Pérez. En medio, todo tipo de rumores y contradicciones sobre el efecto dominó que puede provocar la suspensión de la inmobiliaria en el sector, la descarga continua de fuego cruzado entre Acciona y Enel por el control de Endesa, el anuncio de reducción de un tercio de la plantilla de Spanair, la salida de Marsans de Aerolíneas Argentinas y la adquisición del banco británico A&L por el Santander en otra jugada de Emilio Botín. En fin, entre inmobiliarias, constructoras, eléctricas, líneas aéreas y bancos anda el juego. Y muy revuelto, con las lógicas repercusiones en las cotizaciones bursátiles.

Lo de Martinsa estaba cantado. O casi. La suspensión dependía de la refinanciación de la deuda; pero su presidente, Fernando Martín, no consiguió sus propósitos y tuvo que presentar el concurso de acreedores. Martín, que se metió en una vertiginosa aventura que tuvo su hito en la adquisición de la gallega Fadesa por casi 4.000 millones de euros (el anterior propietario, Manuel Jove, que no ha reparado en presentar la nueva corporación Inveravante en medio de lo que está cayendo, se frota las manos), necesitaba refinanciar 500 millones. Él asegura que había recibido la promesa de que el ICO le iba a conceder 150 millones. El Gobierno lo niega, aunque se abrieron interrogantes sobre distintas posturas. El ICO es un instituto de crédito y los concede si cumplen unas condiciones y se garantiza solvencia. No se debió considerar así.

La crisis del ladrillo, en todo caso, ha acelerado el plan para comprar suelo para vivienda de protección oficial que la ministra del ramo, Beatriz Corredor, va a presentar antes de agosto. Eso puede evitar nuevos problemas. Reyal, que recibió un crédito de 4.000 millones para comprar Urbis, ha reclasificado activos y parece no tenerlos al menos hasta fin de año, y además cuenta con el colchón de seguridad del Grupo Santander-Banesto, que fue el que le vendió la inmobiliaria. Vallehermoso, Metrovacesa, Colonial... las grandes se escudan como pueden. Ya veremos qué pasa con otros inversores, que aprovecharon el boom y que asumieron importantes créditos, principalmente con cajas de ahorros, como ocurre, por ejemplo, con Francisco Hernando, El Pocero, que recibió el apoyo multimillonario de la CAM, la única caja que ha recurrido a las cuotas participativas para recabar fondos.

También estaba cantado lo de ACS e Iberdrola. El grupo constructor despejó las dudas, a los que las tuvieran, y reconoció vender el 45% de Unión Fenosa para centrarse en Iberdrola. Florentino Pérez ha lanzado la ofensiva en el momento que le pareció propicio, además de pegar un meneo a la Bolsa que le vino muy bien a Fenosa y de paso al Ibex. ACS quiere dominar la primera eléctrica española, lo que desde luego augura un enconamiento de la ya larga batalla con Ignacio Sánchez Galán, que en la pelea ha engordado la empresa con la compra de Scotish Power y Energy East, y buscado la alianza con varias cajas. Pero las cajas han recibido la señal del Banco de España de vender inmuebles y participaciones, y no extrañaría que muchas ya hayan abandonado Iberdrola.

No faltan analistas que hablan de presión de los bancos para que ACS reduzca deuda (cerca de 19.000 millones), pero lo cierto es que ACS persigue a Iberdrola desde hace tiempo y que confluye con el interés de otros grupos por consolidarse en España: la francesa EDF, la alemana E.ON, a la que Viesgo se le queda pequeña, y RWE, o, incluso, la eterna candidata Gas Natural.

Y en mitad de otra guerra cada vez más encarnizada están los Entrecanales y Enel. Durante las dos últimas semanas, el grupo español está en campaña explicando el acuerdo con los italianos. La buena convivencia resulta imposible, y más desde la llegada de Berlusconi. Según el acuerdo, Acciona se quedaría con las energías renovables de Endesa. Asimismo, puede vender su 25% de Endesa a 41 euros más intereses o por el 30% de los activos a partir de 2012. Pero los italianos, inventores del catenazzio, están dispuestos a llegar a los penaltis para salvar lo suyo. Tiene pinta de que todo va a saltar por los aires pronto. El próximo capítulo se escribirá en el Consejo de Administración en Endesa del día 23.

La agenda de Cinco Días

Las citas económicas más importantes del día, con las claves y el contexto para entender su alcance.
RECÍBELO EN TU CORREO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_