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música

Benicàssim empieza con punk y sensibilidad

La mitad de los asistentes al festival español más veterano son extranjeros

Antonio Barroso dedica poco tiempo a la música pero no se pierde ni una. Tiene 26 años y desde hace nueve trabaja como gerente de la gasolinera situada frente al recinto del FIB Heineken. La gasolinera mítica, dicen. Antonio, que ha visto casi de todo por aquí, trataba de hacerse entender ante una británica rubia en biquini a los mandos de un coche. "Aquí, no parking... que si no viene la police y se lo lleva", sonreía Antonio dos horas antes de que la música retumbase sobre los surtidores. "Cada vez vienen más guiris al festival. Y este año tiene pinta de que va a haber más que nunca".

Era sólo estimación a ojo de una cifra real. La organización del festival más veterano de España asegura que la mitad de las casi 33.000 personas que asistirán al día en esta 14ª edición son extranjeros. En su mayoría británicos. Cualquier conversación sobre, por ejemplo, toros, vino tinto o Zapatero deriva inevitablemente a una cadena de tópicos. Ya saben, la cerveza, el sol, la playa y el rock alternativo mandan en este festival.

"Se nota mucho el bajón de españoles", se escuchaba desde un corrillo de amigos formado en una esquina de los 100.000 metros cuadrados del recinto. "Eso es por la crisis", apostillaba uno. "¿Y es que en el Reino Unido no hay crisis?", replicaba otro. "Sí, pero a ellos les sale más barato venir. Y encima cuando se van llenan la maleta de cartones de tabaco".

Pero ayer se trataba de arrancar el festival con buen pie. Y eso hizo Krakovia, uno de los 30 artistas españoles que estarán en el evento -frente a los 27 grupos ingleses, 19 estadounidenses, 8 alemanes y 6 franceses-. Los madrileños, que -vaya- cantan en inglés, hicieron retumbar el escenario principal (verde) justo cuando se escapaban los últimos rayos de sol. Qué raro: punk rock con toques siniestros para desentumecer los huesos del festival indie por excelencia. La culpa de este primer acelerón la tuvo la astuta Vinila Bon Bismark, cantante de la banda que enseñaba muslo y talento vocal a partes iguales. Ya de noche las aguas volvieron a su cauce (indie) cuando Nada Surf descargaban sus clásicos de melodías adictivas y sensibilidad pop.

Luego los islandeses Sigur Rós, cabezas de cartel de anoche, dejaron claro que las etiquetas -post rock, minimal pop... lo que quieran- sirven para muy poquito. Firmaron un exquisito concierto que, como los yogures cremosos caros, se saboreaba con placer. El hombre capaz de aguantar un falsete un minuto, el cantante Jon Thor Birgisson, casaca azul y plumas de pavo real al cuello, exprimió su guitarra con la boca y con un arco de violín para dejar un sabor de boca intensísimo. Hoy empieza oficialmente el festival. Morrissey, Pete Doherty, Raconteurs, New York Dolls, Mika, My Morning Jacket, Gnarls Barkley, Leonard Cohen y Enrique Morente podrán gozar este fin de semana de la piscina que los artistas tienen entre bambalinas. Y nosotros de ellos.

Asistentes al primer concierto de Benicàssim, que inauguró ayer el grupo punk Krakovia.
Asistentes al primer concierto de Benicàssim, que inauguró ayer el grupo punk Krakovia.ÁNGEL SÁNCHEZ

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