Los socialistas resaltan las "profundas" diferencias de su proyecto con el del PP

Los socialistas vascos siguen por su propio camino. El nuevo PP surgido del congreso que ha encumbrado a Antonio Basagoiti como sucesor de María San Gil al frente de los populares vascos no ha puesto nervioso ni a Patxi López, ni a su formación.

En el PSE-EE se viene repitiendo, antes y después del cónclave popular, que son ellos los que encarnan la alternativa más creíble al tripartito. El "cambio tranquilo" que viene reivindicando para Euskadi Patxi López desde que fue elegido candidato socialista a lehendakari el pasado 6 de mayo.

Algo que, según el PSE, habría quedado de manifiesto en las últimas encuestas sobre intención de voto de la sociedad vasca. El último Euskobarómetro parece darles la razón: el tripartito se vería incapaz para lograr mayoría absoluta y el PSE (25/28 escaños) superaría al PNV (24/27), que concurrirá en solitario. Fuentes de la dirección de este partido han asegurado a este periódico que los datos del Euskobarómetro no les intranquilizan, "más bien son positivos". Sobre todo, porque tras los malos resultados obtenidos por el partido de Íñigo Urkullu en los comicios generales de marzo, el PNV vuelve a ser la fuerza más votada, según la citada encuesta, aunque con menos parlamentarios.

Es cierto que parte del discurso empleado por Basagoiti en el 12º congreso del PP vasco coincide, al menos en su terminología, con el de López. El uso de conceptos como "entendimiento" o "acuerdo" político entre diferentes forma parte del acervo socialista casi desde que López llegó a la secretaría general de su formación en marzo de 2003, tras la dimisión de su anterior líder, Nicolás Redondo Terreros.

Basagoiti no tiene tanto tiempo para hacer su particular giro que le lleve a conectar con la sociedad vasca con "certezas" y "propuestas para solucionar sus problemas", porque las elecciones autonómicas están a la vuelta de la esquina. Ese es el reto del nueve jefe de los populares vascos, que pretende intensificar el contacto de su gente con la calle y los ciudadanos.

Mientras tanto, el PSE abunda en el argumentario para dejar claro al electorado las "profundas diferencias" que existen entre su proyecto y el que pueda encarnar el PP de Basagoiti. Y en el PSE no se olvida la dura etapa de desencuentro vivida en la últimos años con el PP de María San Gil. "Esperamos que resuelvan sus discrepancias y, sobre todo, que no se dediquen como en el pasado a hacer política antisocialista", recordaba ayer el secretario de Organización del PSE, Rodolfo Ares.

Otra cosa será que los números, finalmente, permitan una mayoría constitucionalista que permite la sustitución de los nacionalistas al frente del Gobierno vasco. Pero antes, dicen en el PSE, tendrán que hablar las urnas.

Iñaki Oyarzabal, nuevo número dos del PP en Euskadi, reiteró, en una entrevista en Cadena Ser, que la apuesta es construir una "alternativa distinta, no para pactar con el PNV, sino para sustituirle", tal y como resaltó la víspera en la clausura del cónclave popular Basagoiti. "Y para ello vamos a tener también la mano tendida a los socialistas", apuntó. "Es importante que los socialistas y los populares vayamos juntos" porque ambas formaciones han "compartido muchas cosas en el pasado"