Seat ficha a Isidro Fainé y Florentino Pérez como asesores

Seat es más española que hace una semana. El presidente del Consejo de Administración de la compañía, Francisco Javier García Sanz, ha incorporado al presidente de La Caixa, Isidro Fainé, y al presidente de ACS, Florentino Pérez, como asesores. Ambos ejecutivos participarán en las reuniones del consejo de Seat, junto al presidente de la firma, Erich Schmitt, y al del Grupo Volkswagen, Martin Winterkorn, según fuentes de la compañía, que ya ha informado de ello a la Generalitat de Cataluña. Pero no figurarán como miembros del Consejo de Administración y no cobrarán por asistir a las reuniones.

Volkswagen quiere 'españolizar' Seat para ganar cuota de mercado en España

La intención inicial de García Sanz, que hace un año se convirtió en el primer español que preside este órgano de vigilancia desde que el consorcio alemán tomó la mayoría de Seat en 1986, era incorporar a Pérez y Fainé como miembros de un consejo ampliado. Pero, ante la negativa del constructor madrileño de formar parte de órganos de decisión más allá de ACS y Abertis, y las incompatibilidades del presidente de La Caixa, ha acabado optando por la fórmula de asesores. Ninguno de los dos cobrará por ese trabajo. A García Sanz, aficionado del Real Madrid, y a Florentino Pérez les une una gran amistad, labrada en el palco del Bernabéu.

Una de las patas del último plan de Volkswagen para reflotar Seat es españolizar la compañía. El primer paso fue el nombramiento de García Sanz, vicepresidente de compras del consorcio y embajador del grupo alemán en España. El segundo, abrir la empresa a la incorporación de "destacados miembros de la sociedad civil" local, según las mismas fuentes. Paradójicamente, el próximo coche que Seat lanzará al mercado, una berlina, rompe con la tradición de la empresa de bautizar a sus modelos con el nombre de una ciudad española. El nuevo modelo se llamará Exeo. Desde Wolfsburgo, el cuartel general del grupo, no se concibe que el único fabricante de automóviles de origen español no lidere su mercado autóctono. Ford, Peugeot y Renault han vendido más coches que Seat en lo que va de año, y Citroën está a la par.

En la primera reunión del nuevo órgano, celebrada el viernes pasado, Isidro Fainé expuso un panorama muy sombrío sobre la situación de la economía española, especialmente oscuro en cuanto al consumo, según fuentes conocedoras de la reunión. No sólo le cuesta vender a Seat. Eso tranquilizó a un Consejo de Administración que cada vez cuestiona más al vicepresidente comercial, Berthold Krüger. Florentino Pérez no asistió a esa reunión.

La filial de Volkswagen volvió a la rentabilidad el año pasado, al cosechar beneficios en su actividad ordinaria (de ocho millones de euros, según las cuentas alemanas, y de 44 millones de euros, según las españolas). Seat es uno de los pocos fabricantes en suelo español que está produciendo más coches que el año pasado en su planta de Martorell (Barcelona), gracias al lanzamiento del nuevo Ibiza.