La última cita con Ronaldinho

Acaba la era Ronaldinho en el Barça. Desbravado su fútbol, redondeada su figura y erosionada su marca, al punto de que Messi y Henry le superaron en los dos últimos trimestres en la venta de camisetas -las del brasileño disminuyeron en un 40%-, Ronnie tiene un pie y medio fuera del club. El equipo arranca hoy la pretemporada y para hoy se espera también la llegada del 10 para resolver su futuro. La única oferta es la del Manchester City. Y Ronaldinho, reticente al principio del verano porque esperaba reventar el mercado pero desengañado ahora por la falta de novias, ya no ve con malos ojos ir a la Premier.

Nada se sabe del Milan, que con Silvio Berlusconi en campaña electoral se llenó la boca de piropos hacia el brasileño en el pasado -incluso exhibió la zamarra del jugador firmada-, pero sin concretar una oferta. "15 millones", le dijo Adriano Galliani, vicepresidente del club lombardo, a la dirección deportiva del Barça en uno de sus viajes. Pero la oferta se quedó en palabras. "En humo", recalcan desde la secretaría técnica. Un varapalo para Ronaldinho. "La predisposición del jugador pasa por recalar en el Milan. Ésa es su primera intención", desvelan desde su entorno más íntimo. "Pero la única oferta que existe es la del City, que es muy importante". A falta de ponerse a negociar y cerrar los incentivos y las cláusulas, el traspaso superaría por poco los 30 millones de euros. Una oferta, en cualquier caso, que llega como agua de mayo porque liberaría al futbolista del Barça y, consecuentemente, le permitiría acudir a los Juegos Olímpicos de Pekín, un antojo de Ronaldinho, una imposición de todo Brasil, y una prohibición del Barcelona.

"Existe el compromiso de que el futbolista llegará puntualmente", aclaran desde el club

Nada se sabe del Milan, que nunca ha materializado la oferta de los 15 millones

El último día de junio, Ronnie disputó un partido benéfico junto a Messi en Venezuela. Allí le tildaron de gordinho por lo abultado de su tripa. Preocupada la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) por su falta de forma, optó por asignarle un preparador físico para recuperarle de cara a los Juegos. "Ronaldinho podría hacer unos grandes Juegos", sugirió el presidente, Ricardo Teixeira. Por lo que Carlos Dunga, el seleccionador que le quitó el 10 en beneficio de Kaká y le relegó de las convocatorias -no acude desde noviembre de 2007-, aceptó a regañadientes incluirle en la lista. "Tengo la convicción de que iré a Pekín", resolvió entusiasmado Ronaldinho, consciente de que puede rellenar su vitrina con el único trofeo de equipo internacional que le falta. "No si juega en el Barça", replicaron desde el club azulgrana, que atiende los Juegos como un evento fuera del calendario de la FIFA. De firmar por el Manchester City, ese problema quedaría obsoleto.

En el Barça aguardan hoy a Ronaldinho. Así lo han acordado con el futbolista y su hermano. "Existe ese compromiso y creemos que llegará por la mañana", revelan fuentes oficiales del club. Aunque desde el entorno del futbolista, como señaló un portal en Internet de la red Globo y escudándose en las ansias de Ronnie por participar en los Juegos, amenazaron al Barça con romper el contrato que le liga hasta el 2010. "A nosotros nos han dicho que llegarían a Barcelona puntualmente", insisten desde el club azulgrana. De llegar, se tratará la oferta del City, que garantizaría al futbolista cerca de 125.000 euros semanales, como explicó el presidente multimillonario y tailandés Thaksin Shinawatra. Entrenado por Mark Hughes, guiado por Micah Richards en la defensa y Elano en la medular, y remozado con el ariete Jõ y el volante Nery Castillo, el City tienta a Ronaldinho. "No estaría mal jugar a su lado", resuelve con alegría Javier Garrido, lateral del City.

La marcha de Ronaldinho supondría el penúltimo paso para el adiós definitivo a una generación de extranjeros que impulsó al Barça a conquistar la segunda Copa de Europa (2006) de su historia. Ya se despidió a Giuly, Larsson, Belletti, Van Bommel, Gio, Motta y Maxi López en temporadas anteriores, y en ésta se ha prescindido, de momento, de Edmilson y Deco. Quedan tres seguros: Sylvinho, renovado un curso por su compromiso y actitud con el equipo; Márquez, a quien el técnico Guardiola le dará la batuta para que saque la pelota jugada desde atrás; y Messi, el estandarte del nuevo Barça. Falta por vender, entonces, a Ronnie y Eto'o. "Ronaldinho, Deco y Eto'o, no entran en mi cabeza", zanjó Guardiola en su día.

A Deco se le traspasó al Chelsea de Abramovich y Scolari por 10 millones de euros. "No hay que idealizarlo porque en los dos últimos cursos ha sido uno de los futbolistas con más bajo rendimiento. Es un gran negocio", aclaró el presidente Joan Laporta, quien posteriormente elogió al jugador. A Eto'o no le faltan pretendientes ni ganas de marcharse -su entorno apunta que el jugador está molesto con el club al punto de que no vestirá más su zamarra-. Y a Ronnie se le animará para que firme por el City, el único que le quiere.