Mal, pero no tan mal
Dinamarca es la primera economía en entrar en recesión dentro de la Unión Europea
Los economistas lo venían diciendo. El boom inmobiliario experimentado por Dinamarca en la última década llegaba a su fin. El desplome de los precios inmobiliarios llegó en plena sequía financiera, a lo que se suma una pérdida de la confianza del consumidor, como el país nórdico no había vivido en muchos lustros.
Así es como la economía danesa sufrió una contracción del 0,6% del producto interior bruto (PIB) durante el primer trimestre de 2008, después de haber caído un 0,2% entre octubre y diciembre de 2007. Con los datos facilitados por la oficina danesa de estadísticas, Dinamarca se convertía en el primer país de la Unión Europea (UE) que entraba en la temida recesión, que ya golpea a las puertas de una media decena de economías comunitarias.
Pese a la recesión, la economía está al borde del recalentamiento
Los daneses han vivido un repunte de la inflación que, si bien es cierto es sólo del 3,4 % -cifra inferior por ejemplo a la de España-, es la más alta experimentada por esa economía en los últimos 18 años. El retroceso del consumo privado tiene su mayor expresión en el descenso de la venta de vehículos en un 4,4 %. En el lado contrario, sin duda llama la atención el desempleo, con sólo el 1,7% es el más bajo de la UE.
"Estamos en un periodo de ajuste coyuntural. La economía danesa es pequeña y abierta, por lo tanto, voluble a los flujos del comercio exterior, que se reflejan rápidamente en nuestro PIB", dijo a EL PAÍS Steen Bocian, el economista jefe del Danske Bank, la principal institución financiera del país.
"Creo que podemos salir de la recesión técnica en el cuarto trimestre de este año. Si corremos un riesgo, que la recesión se extienda en el tiempo por ejemplo hasta el 2010, es debido al sector inmobiliario", dijo Bocian.
Según el economista, los precios tienden a estabilizarse. "No sería una sorpresa si los precios de la vivienda finalmente caen un 5% o un 10%. No será muy dramático sólo diferente de lo que estábamos acostumbrados", asegura Steen Bocian, augurando vientos de cambio en la economía nórdica.
Dinamarca es el tercer exportador de petróleo de Europa, pues tiene una producción diaria de 313.000 barriles al día y la mitad va a la exportación. La empresa productora de carne de cerdo Crown AmbA es la número uno en los mercados europeos y su empresa gemela Arla Foods AmbA es la segunda en el mercado de productos lácteos. Según la oficina de estadísticas, durante los primeros meses del año, los ingresos por exportación de petróleo aumentaron un 36%, mientras que los derivados de productos lácteos lo hicieron en un 12 %.
Esto también significa que el erario público aún goza de buena salud, con superávit a pesar de que éste se verá reducido a lo largo del año a un 0,4% del PIB comparado con un 1,1 % del ejercicio anterior.
"Espero que el Gobierno no introduzca ningún estímulo en el mercado. Ellos tienen el dinero y saben cómo hacerlo, pero sería peor el remedio que la enfermedad. A pesar de la recesión técnica, la economía está a punto de un recalentamiento. Cualquier intromisión del sector público sólo podría acelerar este fenómeno y se le podría escapar de las manos", dice Bocian. A su juicio, una intervención podría alterar el curso de los hechos y prolongar la crisis hasta 2010 o 2011.
El primer ministro danés, Anders Fogh Ramussen, ha descartado la posibilidad de tomar medidas intervencionistas. Sin embargo, la escasez de mano de obra genera presiones en los costes de producción y un aumento de las exportaciones. Por ahora, el Ejecutivo de Copenhague contempla y espera que una desaceleración moderada de la economía internacional sirva para enfriar y estabilizar la economía danesa. -
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