"Guinea es peor que Zimbabue"
Plácido Micó, que hoy cumple 45 años, es secretario general de la Convergencia para la Democracia Social (CPDS) y único diputado opositor en un Parlamento de 100 escaños, la máxima expresión de disidencia permitida por Teodoro Obiang Nguema. El presidente que rige de forma autoritaria la ex colonia española de Guinea Ecuatorial desde 1979 parece tener las manos libres ante una comunidad internacional que mira a otro lado. Según Micó, la razón son los casi 500.000 barriles de petróleo que multinacionales, sobre todo de EE UU, extraen cada día desde las plataformas marinas.
Pregunta. Guinea y Zimbabue sufren dos autócratas que roban elecciones y maltratan a la oposición. Robert Mugabe tiene tratamiento de paria y Obiang de "gobernante amigo" en palabras de Condoleezza Rice, secretaria de Estado de EE UU. ¿Por qué?
"España ha cedido ante el régimen a cambio de unas relaciones normales"
"Desde que hay petróleo, nadie le habla a Obiang de derechos humanos"
"En mi país no hay librerías ni una biblioteca; tampoco guarderías públicas"
Respuesta. Guinea tiene petróleo; Zimbabue, no. Desde que comenzó a extraerse, la mayoría de los países e instituciones internacionales ha dejado de lado las violaciones de derechos humanos. Prefieren mantener buenas relaciones con la dictadura para sacar beneficios. Otra diferencia importante es que detrás de Zimbabue está Reino Unido, que informa de lo que pasa y propone medidas impidiendo la pasividad internacional. En el caso de Guinea, nadie denuncia y condena. No hay un país que apoye a las fuerzas de la oposición que luchan para implantar la democracia.
P. Parece que España no ejerce papel alguno y que con este Gobierno hay una marcha atrás.
R. Hay una marcha atrás evidente. Se ha cedido a las peticiones del régimen a cambio de unas relaciones normales. Esto significa renunciar a hacer o decir cualquier cosa que irrite a Obiang. El silencio es el mejor aliado de cualquier dictadura.
P. En las últimas elecciones, tres diputados españoles que ejercieron de observadores [Fátima Aburto (PSOE), Francisco Ricomá (PP) y Jordi Xuclá (CiU)] certificaron avances.
R. Paradojas de la política exterior de España. No sé cuál fue el criterio de selección de los que tenían que representar al Estado español, pero una afirmación de ese calibre de que las elecciones fueron un paso en el camino a la democracia, cuando han sido las más violentas y manipuladas, me pareció gravísima.
P. El CPDS tenía dos diputados; ahora, sólo uno. Ni siquiera se intenta disimular.
R. Les da igual. Es un sistema que camina hacia el totalitarismo. Permitir la disidencia les parece un síntoma de debilidad.
P. ¿Es el desinterés internacional el que mantiene a Obiang?
R. Él lo ha dicho muchas veces, que los países occidentales que le trataban como un apestado ahora buscan el petróleo, que se ha dado cuenta de que los derechos humanos eran una excusa para crearle problemas, porque, desde que se benefician, nadie le habla de democracia. También hay que decir que hay países occidentales que prefieren apoyar dictaduras. Para esos actores es más cómodo tratar con un régimen corrupto que no está sometido al imperio de la ley.
P. Estados Unidos presiona a Mugabe pero calla ante Obiang.
R. Cuando Rice le llamó amigo, sabe lo que dice, porque le conoce y tiene buena información sobre lo que pasa en Guinea. Pero Obiang tiene algo que les interesa mucho. Esa declaración de amistad está dedicada al petróleo. La política de EE UU en Guinea es la de asegurar la explotación de los recursos sin importar su complicidad con la dictadura.
P. ¿Perjudican a la oposición las aventuras golpistas como la encabezada por el mercenario surafricano Simon Mann?
R. Mucho. Dan argumentos al régimen para mantener su política de mano dura, le permite presentarse como víctima que necesita el apoyo de los demás.
P. ¿Empieza a llegar el dinero del petróleo a la población o sigue siendo un secreto de Estado?
R. Los ingresos siguen siendo un secreto de Estado, porque su manejo sólo lo conocen Obiang y un par de ministros. No hay una institución en Guinea que pueda fiscalizar la utilización de los fondos públicos. Hay dinero suficiente como para haber transformado por completo Guinea en los últimos 10 años. No tenemos una sola librería ni una biblioteca. En 10 años de petróleo, ni siquiera se ha creado una guardería pública. Sólo interesan las obras de infraestructuras, porque es el medio de enriquecerse rápido.
P. ¿Es peor que Zimbabue?
R. La situación es peor que en Zimbabue. La oposición no tiene presencia política. No hay sindicatos ni asociaciones profesionales. No hay medios de comunicación fuera del control gubernamental. En Camerún, que no es una democracia, existen más de 50 cabeceras; en Guinea, ni una. En Zimbabue hay tribunales independientes, aunque pasan por dificultades. En nuestro caso, los jueces han sido nombrados por Obiang y muchos pertenecen a su partido [PDGE], aunque esté prohibido por la ley. Si no estás afiliado al Partido Democrático de Guinea Ecuatorial, no tienes trabajo ni derecho a que tus hijos vayan a la escuela. Esto es un tinglado montado como en las mejores mafias internacionales.
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