"Un cambio histórico"

Desde Madrid, donde tiene su despacho, Juan Manuel Urgoiti, futuro presidente del Patronato de la fundación que dirigirá la Cidade da Cultura, aseguraba ayer que el complejo "tiene un mantenimiento costoso que debe ser soportado entre las aportaciones públicas y privadas y los recursos que genere". Entre los últimos están los ingresos por venta de entradas o los alquileres de los locales comerciales.

Su intención al frente del organismo es crear un patronato que integre al mayor número posible de empresas gallegas. Por ahora, ha admitido contactos con 15 sociedades "muy representativas" pero no quiso avanzar nombres hasta que no se decida quién integrará cada uno de los órganos fundacionales, algo que ocurrirá en el mes de septiembre. "Hemos realizado una primera ronda de contactos y estamos seguros de que serán muchas las empresas que quieran formar parte del patronato" aseguró. La Fundación articulará varias vías para dar entrada al capital privado: desde copatrocinios a colaboraciones con aportaciones directas, proveedores... En todo caso, admite que en estos momentos la configuración del órgano rector todavía está en una primera fase de maduración que culminará en los próximos meses.

En el terreno cultural, Juan Manuel Urgoiti se define como una persona que admira profundamente Santiago de Compostela. Para él, la Cidade da Cultura tiene la ventaja de nacer precisamente en "un entorno con un atractivo mundial, una verdadera ciudad del siglo XXI". Cree que el futuro recinto tendrá una gran personalidad definida por la singularidad de los edificios que la integren, y no duda de que, con su construcción, se está dando "un cambio histórico".

Preguntado sobre las dudas que ha generado la viabilidad de este macrocomplejo cultural, Urgoiti afirma que se trata de un complejo "que ha sido muy estudiado y que está bien planteado".