_
_
_
_
_
Reportaje:

La magia de un paraíso secreto

Una asociación aboga por preservar el entorno de los Jardines de Forestier

A pocos kilómetros de Sevilla, hay un lugar que parece haber escapado de las leyes del tiempo. Entrar en los Jardines de Forestier es un antídoto contra el agobio y las preocupaciones. Una sociedad en la que el ruido y la velocidad dominan como una maldición tiene un contrapunto en este paraíso secreto. Enclavados en Castilleja de Guzmán, estos jardines fueron diseñados y construidos bajo la dirección del arquitecto francés J. C. N. Forestier (1861-1930) a finales de los años veinte. Los jardines están hoy en el centro de la polémica, ya que una asociación cultural denuncia que pronto perderán su encanto debido a la construcción de instalaciones hoteleras en su entorno.

Los Jardines de Forestier están declarados Bien de Interés Cultural. Tienen una superficie de 26.000 metros cuadrados y pertenecen al Colegio Mayor Santa María del Buen Aire (Universidad de Sevilla). Los jardines se abren al público los sábados de 11.00 a 14.00. También pueden concertarse entre semana tres horas de visita para grupos. Desde la balaustrada que culmina los jardines hay una magnífica vista de Sevilla: la Giralda, Isla Mágica, el amasijo inextricable de edificios del casco urbano... Una sucesión de lomas y olivos esboza un cuadro luminoso con la capital al fondo. Es uno de esos escasos paisajes sin edificaciones que quedan en el Aljarafe sevillano.

Isabel Medrano, presidenta de la Asociación Cultural Plataforma Forestier de Castilleja de Guzmán, denuncia "la pretensión inmobiliaria de construir en todo el pueblo". "Somos unos 30 ciudadanos en la plataforma, pero hay muchas más personas de distintos colectivos del Aljarafe y personas especializadas en la obra de Forestier con las que tenemos contacto", explica. "Castilleja de Guzmán tiene una gran calidad medioambiental y paisajística, y los Jardines de Forestier son una pieza clave en el pueblo. Fue el último jardín diseñado por Forestier. Para nosotros, es además un elemento de identidad del propio pueblo. Aparte de que es una obra de arte maravillosa, es un lugar de identificación de los ciudadanos del pueblo", comenta Medrano.

El alcalde de Castilleja de Guzmán, Carmelo Ceba (PSOE), afirma que "lo primordial es conseguir la restauración y conservación de los Jardines de Forestier por parte de la Universidad. Deberían estar abiertos, si no siempre, casi siempre", agrega. El alcalde aboga por "crear un foco de desarrollo local" cuyos puntos de "enganche" serán "el paisaje, los Jardines de Forestier y los dólmenes de Castilleja de Guzmán". "Según se sube de Camas, en la ladera izquierda, queremos crear una zona hotelera -con un hotel y apartahoteles-, un pequeño campo de golf y un pequeño foco de restaurantes", señala Ceba.

El alcalde recalca que estas futuras edificaciones están situadas fuera del paisaje que se ve desde los Jardines de Forestier. "No va a haber nada que obstaculice la vista. Todo ese paisaje está contemplado por el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) como parque periurbano", puntualiza. El Ayuntamiento confía en aprobar el PGOU de forma definitiva "antes del verano de 2009". Con todo, el alcalde reconoce que "las consejerías de Cultura, Obras Públicas y Medio Ambiente son las que tienen que dar luz verde al PGOU".

La pérgola y el sátiro

Los Jardines de Forestier están repletos de caprichos arquitectónicos e insinuaciones arbóreas que invitan a perderse. La brisa domina la colina donde se enclavan los jardines e impide que el calor se haga pesado. El recorrido por el lugar incluye jacarandas y parterres. La conocida como Fuente de La Vieja muestra el rostro esculpido, entre desafiante e irónico, de un sátiro.

Una pérgola, con dos bancos de azulejos, y un espacio abierto rodeado de cipreses marcan la primera etapa del recorrido. Luego, se suben unas escaleras hasta llegar al Patio de los Naranjos. Un estanque vacío de agua con una columna en el centro tiene la fuerza de atracción de un imán.

Isabel Medrano, presidenta de la Asociación Cultural Plataforma Forestier de Castilleja de Guzmán, comenta que los jardines son "un lugar muy mágico porque estar allí es especialmente agradable y placentero". "Forestier veía los jardines como algo necesario para el hombre de la sociedad industrializada. Porque el hombre necesita el jardín para el alma, para encontrar su tranquilidad y alivio. El jardín es muy adecuado para el disfrute y la relajación en una vida azarosa y estresante. Forestier escribió sobre el valor terapéutico del jardín y lo notas", asevera Medrano.

Y es que nadie puede negar que los Jardines de Forestier ofrecen al visitante unas tácitas leyes de hospitalidad marcadas por el sosiego y la belleza.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_