Una sola médica para 30 pueblos
La falta de incentivos deja las zonas rurales sin profesionales sanitarios
Cristina Segura Schulz coge su maletín y sale apurada del Centro de Salud de Ronda (Málaga). Son las diez de la mañana y comienza "la ruta de pueblos". Schultz tiene a su cargo 30 localidades malagueñas en las que decenas de enfermos terminales, la mayoría con cáncer, reciben cuidados paliativos. La doctora, cuya especialidad es atención primaria, no se achanta ante el exceso de pacientes, "la gran carga emocional" ni la falta de medios. "No estoy sola", explica. Y señala a Auxiliadora García, una enfermera que, con su maletín correspondiente, sale a su lado. Las dos mujeres forman la unidad de cuidados paliativos de la Serranía de Ronda.
A las ocho de la mañana, la consulta 11 parece una centralita. Los enfermos llaman por teléfono sin parar. Piden medicinas, consejos y, sobre todo, una visita a domicilio que les calme el dolor o la ansiedad. A partir de las diez de la mañana, dejan los teléfonos y comienza "la ruta". Genalguacil, Gaucín, Cortes de la Frontera son algunos de los pueblos que visita. "Las carreteras de por aquí son horribles y lo paso mal en mi coche, con los desplazamientos diarios", cuenta la profesional. La primera visita de hoy es a un hombre de 50 años con cáncer de boca. Ya se ha extendido por la yugular y no puede respirar. "Necesita unos tranquilizantes específicos que el médico de familia no le proporciona". Después, visitan a una anciana con "demencia senil muy avanzada". Luego un enfermo de huesos... A las dos de la tarde regresan a la consulta e introducen todos los datos en el historial digital de cada paciente. Por la tarde, cuando libran, "el móvil no para de sonar".
Schulz lleva cinco años en Ronda y pasa mucho tiempo en su coche, "de pueblo en pueblo", para atender problemas oncológicos. Cuenta que vio tanta necesidad en las Urgencias de los hospitales rurales que decidió dedicarse a los más necesitados. "Muchos enfermos tienen unas necesidades que la atención primaria no puede cubrir y no hay demasiados médicos que quieran venirse a los pueblos". Sin embargo, Schulz se permite una queja: "Deberíamos estar ubicadas en el hospital de Ronda, pero no hay espacio físico. También hemos pedido un coche y más personal. No podemos con todo".
Esta semana le han anunciado que varios pacientes de la sierra de Cádiz, más o menos cerca de Ronda, también se incorporarán al servicio de cuidados paliativos. "De momento les ofreceremos sólo asesoramiento telefónico porque no podemos llegar a todas partes", se lamenta. "Me gusta más la cercanía de trato con la gente del pueblo", explica la médica. "La relación con los pacientes en las ciudades es más fría porque falta tiempo y personal". Y añade: "Alguien tiene que hacerse cargo de esta gente, ¿no?".
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