"Jaime Mayor ha sido el hombre clave del centro derecha en Euskadi"
Ramón Rabanera (Vitoria, 1948) es, por edad y memoria, y porque ha dado al PP su única experiencia de ejercicio del poder en la comunidad autónoma, una referencia ineludible.
Pregunta. ¿Dónde estuvo la clave de la recuperación del PP, desde su posición residual hace veinte años?
Respuesta. En el fin de las disputas entre siglas y personas, y en la implantación municipal, foral y autonómica. UCD ganaba elecciones generales, pero se estrellaba en ese otro terreno. Eso fue posible gracias al viaje al centro y al mejor trato y comunicación con el nacionalismo que inició en 1990 Jaime Mayor.
P. Sin embargo, ahora no lo quiere.
R. No quiero entrar ahí. Tampoco el PNV de ahora es el de entonces. Antes era pactista y ahora es radical. Ocurrió Lizarra y, ahora, el envite de Ibarretxe.
"Yo no aposté por María San Gil, sino por Loyola de Palacio"
"Curiosamente, el único partido que no se ha moderado es el PNV"
P. ¿Fue Mayor la persona clave en esa evolución, hasta configurar al PP como segunda fuerza política y hasta gobernar en Álava?
R. Ha sido el hombre más importante del centro derecha vasco en los últimos treinta años.
P. ¿Y qué ha pasado ahora? ¿Ha perdido pie?
R. Yo siempre pienso que, por su condición de ministro de Interior en la etapa de Lizarra, quizá sabe cosas del PNV que los demás no sabemos y que le llevan a tener una postura más dura.
P. ¿Por qué tuvo tan claro en 2003 que no era él quien debía suceder a Aznar? Lo decía en privado.
R. Se veía que ya no iba a haber mayoría absoluta y que sería necesario, como en la primera legislatura, el apoyo de algún grupo nacionalista para la investidura.
P. Y usted no lo veía válido para eso.
R. No es que yo no le quisiera. Es que si yo hubiese sido Aznar habría pensado en eso. Yo veía que a Jaime era muy difícil que le pudieran votar. Si Aznar hubiera estado convencido de que se iba a conservar la mayoría absoluta, Jaime habría tenido más posibilidades. Entendí que Aznar buscara una persona que pudiera aspirar a conseguir esos apoyos.
P. ¿Se ha equivocado María San Gil o la han equivocado?
R. Hablaré con sinceridad. Yo en su momento no aposté por ella, sino por Loyola de Palacio, en quien veía condiciones para darnos un liderazgo que no teníamos desde que no estaba Jaime Mayor. Lamento profundamente la decisión de María, pero la ha tomado ella; voy a creer lo que ella dice.
P. ¿Cree que estará en el congreso?
R. No lo sé. Me gustaría, y también que no quedaran heridas personales. En las condiciones tan difíciles que vivimos en el PP vasco, si algo bueno tenía estar en este partido es que éramos amigos.
P. Han cerrado la crisis de modo llamativamente rápido. ¿Es real?
R. Sí, es un acuerdo sólido. Necesitamos la unidad, la necesitamos todos. Si no, lo vamos a pasar mal, con un PSE muy fuerte, que puede provocar la tentación del voto útil, con un nacionalismo radicalizado...
P. ¿Estará el actual secretario general, Carmelo Barrio, en la ejecutiva de Basagoiti?
R. No creo que haya ningún inconveniente, aunque no lo sé, porque no lo voy a decidir yo. Sí sé que habrá un comité ejecutivo abierto, donde todas las sensibilidades deben tener su representación.
P. ¿Puede ser que la pérdida del poder en Álava y la conflictividad interna les devuelva a ese pasado convulso y de ostracismo que vivieron?
R. No, no veo eso para nada. Se temió un cierto desfondamiento en el primer momento de perder la Diputación de Álava, porque éramos referente para Vizcaya y Guipúzcoa también, pero luego tuvimos muy buenos resultados en las generales, pese al ascenso del PSE. Podemos tener altibajos, como todos, pero veo un PP asentado como uno de los tres grandes espacios electorales.
P. ¿Se le puede considerar a usted el arquetipo del cambio, la evolución y el asentamiento del centro derecha vasco?
R. Puede ser. Yo provengo de AP y al Estatuto lo temíamos, por Álava y como embrión de ruptura. Luego se reveló como lo contrario: una fuente de convivencia. Es cierto, he cambiado de opinión en muchas cosas. Hasta tus hijos te enseñan a mirar de otro modo. También el día a día y el contacto con la gente. Será porque he sido poco de despacho. Todos nos hemos moderado, también los socialistas, que echaron fuera el marxismo. El único que no lo ha hecho ha sido, curiosamente, el PNV, que sigue teniendo a Sabino Arana colgado en los despachos.
Ramón Rabanera
Ramón Rabanera llegó a la política en la transición con AP. Tuvo que pechar con los malos resultados electorales y el estigma de su procedencia franquista. Acepta que puede ser considerado, por su evolución personal, como un ejemplo del cambio del centro derecha vasco. Fue diputado en el Congreso, diputado general de Álava entre 1999 y 2007, y ahora ocupa un escaño en el Senado.
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