Una legión de abogados intenta recuperar para Oubiña el Pazo Baión
El recurso en Estrasburgo lo firmó Sainz de Robles, ex presidente del Supremo
Una semana después de cerrarse el capítulo más difícil de la transición del Pazo Baión a manos privadas, la sombra de Laureano Oubiña (gerente de la sociedad propietaria aunque exculpado del delito de blanqueo de dinero) resurge acompañada de una legió de abogados que prometen agotar todas las instancias judiciales para recuperar la mansión. La batalla legal la ha iniciado Oubiña de la mano de sus dos hijas -fruto de su matrimonio con la fallecida Esther Lago, que era la accionista mayoritaria de este impresionante feudo que se pretendía convertir en el Falcon Crest gallego. La muerte de Esther Lago extinguió la causa que le imputaba un delito de blanqueo, lo que dio pie a sus herederas a entrar en el proceso algo que impidió el propio tribunal sentenciador en un auto contra el que no cabe recurso. Pese a esto, las dos herederas se personaron en el procedimiento administrativo que derivó en la venta de la propiedad.
Ahora tanto Oubiña como sus hijas están decididos a llegar hasta el final, agotando todas las vías legales posibles para demostrar que la venta del Pazo "ha sido un paso en falso para el Estado además de una ganga". Los abogados de Esther y Lara Oubiña Lago encargaron una tasación para contrarrestar la de los peritos oficiales que valoraron el pazo en 8,6 millones de euros, precio que luego se dobló en la puja. Las herederas creen que las 30 hectáreas de finca valen mucho más de lo que pagó la bodega Condes de Albarei, y recuerdan que aparte en el lote se incluyeron valiosas propiedades, entre ellas unos terrenos en un polígono industrial de Vilagarcía. "No fue una venta, sino un subastarlo todo", aseguró el letrado Joaquín Ruiz Jiménez, representante legal de la familia Oubiña Lago.
En prisión desde enero de 2000 cuando fue capturado como fugitivo en Grecia, ahora la excarcelación de Oubiña podría estar más cerca. Un auto del juez central de Instituciones Penitenciarias de mayo pasado confirma otro de la Audiencia Nacional que le permitió refundir las condenas, en enero de 2007, cuando una de ellas aún no era firme. Pero apenas un mes después de que la Sala dictase su veredicto, el Supremo ratificó una tercera condena por narcotráfico que paralizó la excarcelación.
Aunque la libertad condicional de Oubiña también estará sujeta a otros criterios, como la evaluación de su historial y su propósito de no volver a delinquir, su defensa ya ha echado cuentas. Según Enrique Trebolle, Oubiña ha cumplido más de la mitad de las condenas, lo que le permitiría obtener el tercer grado y los consiguientes permisos. Este jurista afirma que Oubiña tiene a su favor 253 días que arrastra de la operación Nécora, "al ser el único preso que estuvo más de cuatro años como preventivo".
Camarero en la cárcel
Actualmente, Oubiña se encuentra en la prisión de Daroca (Zaragoza) donde le han asignado tareas en el refectorio, sirviendo comidas. "Su comportamiento es intachable", comenta el abogado. Por su condición de narcotraficante, se enfrenta, además, a una deuda millonaria con el Estado, unos 100 millones de euros.
El Pazo de Baión cobró relevancia pública en 1987 el día en que la esposa de un camionero que decía ser contrabandista de tabaco a pequeña escala lo compró por 300 millones de pesetas. Y se hizo definitivamente famoso tres años más tarde cuando fue literalmente tomado por el juez Garzón que aterrizó en helicóptero y detuvo a los dos miembros del matrimonio como protagonistas principales de la operación Nécora. Ahí comenzó el viacrucis judicial de Oubiña afanado en recuperar esta posesión que le ha llevado hasta el Tribunal de Estrasburgo, y que mientras éste no se pronuncia, el Estado acaba de vender por 15 millones de euros a la bodega Condes de Albarei.
Ruiz Mateos de ejemplo
Mientras la legión de abogados de Oubiña y sus hijas ve difícil una sentencia favorable, el equipo jurídico guarda otras acciones en la recámara, por ejemplo una tercería de dominio contra el Estado. "Hablan de indemnizaciones y también cabe la posibilidad de que les obliguen a devolver el pazo", señala el letrado Joaquín Ruiz Jiménez. "Puede que alguien nos haga caso, como le sucedió a Ruiz Mateos".
El que fuera presidente del Supremo, Federico Sainz de Robles, recientemente fallecido, y un ex magistrado del Tribunal de Estrasburgo, Luis Fernando Martínez Ruiz, firmaron la demanda de Oubiña ante la Corte europea. Para ellos los tribunales españoles "entraron a saco (una expresión que no pretende ser irrespetuosa sino gráfica)", porque no se trata de un feudo cualquiera, ni de un proceso más. La sentencia confirmada por el Supremo en 2004, con el portazo del Constitucional que desestimó la apelación de Oubiña, supone el primer decomiso a un narcotraficante que se subasta y sienta un precedente al haberlo decretado de oficio la Audiencia Nacional.
"A lo insólito de imponer el comiso de bienes a quienes no han sido condenados por un delito que pudiera aparejarlo, se añade el que no ha habido acusación ni se ha respetado la presunción de inocencia", señala la demanda.
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