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Reportaje:

Homenaje a la banda

Ruper Ordorika presenta su nuevo disco en el Museo Picasso

"Lo bueno de la música es que, si pretendes meter todo en un disco, ya te puedes ir dando por jodido". De esta forma tan campechana resume Ruper Ordorika la idea que en ningún caso puede presidir la grabación de un disco. Él acaba de sacar su segundo álbum en directo, un tipo de discos que suelen tener intención antológica y que funcionan, comenta, "como la foto de un instante creativo". Para el intérprete de Oñate son trabajos con algo menos de trascendencia. "Al menos este último ha nacido casi como fruto de una casualidad y con la intención de rendir un homenaje a mi banda de siempre, a los músicos con los que lo he grabado y con los que he venido trabajando los últimos seis años", afirma. Éste es el disco que hoy (20.30 horas) presenta en el Pati de les Finestres del Museo Picasso de Barcelona, en la inauguración del programa Diumenges al Picasso.

La banda de Ruper Ordorika es los Mugalaris, algo así como los fronterizos, un nombre que muestra "una banda que no cambia de nombre, pero sí de músicos, evocando lo clandestino de los pasos fronterizos". De hecho, sólo uno de los músicos que esta tarde acompañarán a Ordorika en el Picasso, Arkaitz Miner, forma parte de la banda con la que se grabó el disco que presenta: Hamar t'erdietan.

"Son las canciones y la forma en la que piden ser tocadas lo que cimienta la relación entre los miembros de una banda", dice Ordorika antes de afirmar que en los cambios de formación se producen "momentos personalmente muy delicados", si bien la salida de un miembro del grupo no implica que no vuelva a formar parte de los Mugalaris en otro momento.

Ruper, uno de los intérpretes y compositores más aventajados en el panorama de la canción en euskera, se encuentra muy satisfecho de este disco en directo. Tiene algo de antiguo, "porque antes los artistas iban editando singles y tocándolos antes de agruparlos en un elepé". Ruper ha hecho algo así: "Este repertorio lo tocamos a lo largo del verano del 2006 para darle forma, escoger las canciones que lo conformarían y adecuar los arreglos". Por ello, "mientras que los discos de estudio se hacen redondos al tocarlos, éste ya nació redondo por haber sido tocado antes".

La inclusión de una steel guitar en un tema (Egin kontu), el depurado trabajo armónico de la banda y la ajustada interpretación vocal de Ruper, un cantante sólido y emocional, son algunos de los elementos que destacan en el álbum, que se cierra con una insólita versión de La cucaracha en euskera.

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