Los alcaldes de Girona se rebelan contra el acuerdo sobre la MAT

La decisión de soterrar la línea de muy alta tensión en el tramo transfronterizo no convence ni a los técnicos, ni a los alcaldes afectados, ni a las plataformas ciudadanas de Girona. El Colegio de Ingenieros Industriales de Cataluña considera que se trata de un acuerdo más político que técnico y aducen que no existen precedentes de líneas soterradas de tanta longitud.

La postura la comparte la Comisión Nacional de la Energía a través de su presidenta, Maite Costa. Pero desde el territorio la MAT sigue siendo una infraestructura polémica, soterrada o no.

La asociación de municipios afectados por el paso de la línea, ANMAT, cree que el acuerdo firmado entre Francia y España para soterrar los 60 kilómetros entre Santa Llogaia d'Àlguema (Alt Empordà) y Baixàs (Rosellón) supone un "agravio comparativo" entre los pueblos que verán pasar la línea aérea y los que la tendrán enterrada.

"A ver cómo explican a los alcaldes del tramo entre Sentmenat y Santa Llogaia que ellos tendrán torres de más de 50 metros de altura machacando el territorio y a partir de allí, no", comenta Xavier Quer, alcalde de Crespià y presidente de la asociación, que agrupa a 62 municipios contra la MAT. Muchos ediles están "indignados" y aseguran que habrá una oposición muy fuerte cuando comiencen las obras.

Rechazo de ICV

De momento, los consistorios tienen hasta el 25 de julio para presentar alegaciones al proyecto. La principal reclamación es el soterramiento total de la línea, tal como acordaron en una asamblea reciente celebrada en Girona en la que también votaron a favor de considerar interconexión todo el trazado desde Sentmenat hasta Baixàs. Los alcaldes aún no han tirado del todo la toalla y esperan presentar esta semana un nuevo informe técnico que plantea la viabilidad de soterrar totalmente la línea de 400 kilovoltios.

Iniciativa per Catalunya (ICV) reiteró ayer sus críticas al proyecto. El diputado Joan Herrera volvió a apostar por la producción eléctrica de proximidad frente a las grandes líneas de transporte y dijo que soterrar la línea sólo en el tramo pirenaico "no tiene sentido". El secretario general de Esquerra Republicana (ERC), Joan Ridao, si bien se felicitó por el acuerdo para soterrar parte de la línea, pidió que se atiendan las demandas del territorio, en especial de los pueblos que verán pasar la línea a cielo abierto.