"Bernabéu nos quiso fichar a todos"

Valentin Babukin (1933, antigua URSS) siempre recuerda que es el segundo futbolista que más goles endosó a Lev Yashin, el legendario portero ruso. Famoso por sus cañonazos, que dejaron sin sentido en la cancha a más de uno, el medio izquierdo, conocido como pata de hierro, participó en los goles que le dieron la victoria a la URSS sobre Yugoslavia (2-1) en la primera Eurocopa, que se celebró en Francia en 1960. "Sentimos un poco de angustia cuando Galic les adelantó al filo del descanso. No podíamos darnos el lujo de perder contra Yugoslavia. Cuando la URSS perdió contra los de Tito la final de los Juegos Olímpicos, a los deportistas les quitaron el título honorífico de Maestros y a los entrenadores el trabajo".

Babukin tenía fama de golpear a la pelota más fuerte que un burro. "Eso fue porque en Indonesia, con la bola muy empapada y pesada, lancé un cañonazo que le dio en la cabeza a un pobre tío. Se lo tuvieron que llevar en ambulancia, con una conmoción cerebral", recuerda. "Ya en Yakarta, se acercaban a tocarme la pierna que, claro, era de carne y hueso. ¡No de hierro!", apostilla Babukin, que lamenta la "desgraciada" decisión de Franco de no dejarles medirse a España: "Helenio Herrera se entrevistó por más de media hora con el dictador. Franco le preguntó si nos ganarían seguro, pero Herrera le respondió que no podía garantizarlo, que el equipo soviético era fuerte... Una pena, porque tenía ilusión de ver en la cancha a los españoles, especialmente a Suárez".

No fue la única anécdota con españoles de por medio: "Cuando nos dieron las medallas de oro se nos acercó Santiago Bernabéu y nos dijo: 'Os ficho a todos'. Nos reímos y le preguntamos por cuánto. 'Escriban la cantidad', dijo. Le propusimos a La Araña Yashin que pusiera medio millón de dólares, una cifra absolutamente fantástica, irreal para un soviético. Bernabéu tomó el papelito y dijo: 'De acuerdo. El mejor portero de Europa puede ganar eso y más'. Por supuesto que no fuimos ni al Madrid ni a ninguna parte. Pertenecíamos al Estado, que nos dio 150 dólares por la victoria".