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Grec 2008

Acrobacias chinas con 'skate'

El festival presenta en el Mercat el circo urbano de Les 7 doigts de la main

Cuando eran niños, cuatro de los integrantes de la compañía Les 7 doigts de la main estaban embrujados por la acrobacia china. Entre los 8 y los 18 años, repartieron sus horas de ocio entre las clases intensivas con el maestro Lu Yi, en el Centro del Circo de San Francisco, y los malabarismos con el skate, la pelota de baloncesto y los aerosoles para graffiti. Su paso por la Escuela Nacional de Circo de Montreal acabó de pulir sus habilidades circenses. Pero no arrinconó sus otras pasiones lúdicas. Con todo este bagaje han confeccionado Traces, una exhibición de circo urbano de gran espectacularidad que el año pasado fue reconocida como uno de los mejores espectáculos del festival de Edimburgo. Desde hoy hasta el domingo lo presentan en el Mercat de les Flors.

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Traces enlaza sus números con un hilo argumental catastrofista. Una gran amenaza se cierne sobre la humanidad. Encerrados en un refugio, un grupo de jóvenes se afana por tratar de dejar su huella en el mundo antes de desaparecer. Vestidos con ropa de calle, los intérpretes se presentan con sus propios nombres y empiezan su actuación compartiendo con el público alguna experiencia personal. Es su modo de romper barreras y, también, de advertirles de que hay mucho de sí mismos en todo cuanto ocurre en el escenario, aunque se haya exagerado para hacerlo más vistoso. Y es también un reflejo de cómo se preparó este espectáculo, surgido en sesiones de improvisación supervisadas por Shana Carroll y Gipsy Snider. Ambos son los responsables de las coreografías de Traces, que utiliza también ingredientes de la danza contemporánea y el teatro.

Giras simultáneas

Los hermanos Francisco y Raphael Cruz, Brad Henderson y Will Underwood, estadounidenses, y la francesa Héloïse Bourgeois (a quien conocieron en Montreal), el quinteto protagonista de Traces, son en realidad sólo una de las compañías que trabajan bajo el nombre de Les 7 doigts de la main. La compañía canadiense fue fundada en 2002 por un grupo de artistas forjados en fraguas tan prestigiosas como el Cirque du Soleil, el Cirque Eloize y el Cirque Knie, con la intención de hacer su propia aportación a la renovación del circo contemporáneo. Desde entonces han creado tres espectáculos, actualmente en gira simultánea. Y siguen innovando, con un punto de partida muy sincero que explica Francisco Cruz a propósito de Traces. "Es un espectáculo muy humano donde hacemos cosas muy locas, que poca gente puede hacer. Pero el error es posible. Y cuando ocurre, volvemos a empezar. Eso nos ayuda a tener al público de nuestro lado".

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