Un pequeño respiro

La Bolsa española frenó ayer ligeramente sus caídas aprovechando la tranquilidad que imperaba en la mayoría de las plazas europeas.

El Ibex 35 perdió el 0,07% al cierre de la sesión, aunque en algunos momentos parecía que la mayoría de los inversores había tirado la toalla y este índice llegó a caer el 0,69%, lo que suponía situarse en 12.327,10 puntos. Al final, el principal índice de la Bolsa española quedó en 12.403,40 puntos.

La mayor actividad vendedora se concentró en los valores medianos, que cayeron el 1,43%, mientras que los pequeños saldaron la sesión con un descenso del 0,34%.

A estas alturas de la desaceleración económica, analistas e inversores continúan preguntándose si pueden, o no, llamarla crisis, lo que equivale a preguntar por su tamaño y duración.

Estas dos incógnitas reciben tantas respuestas, y tan diferentes, que los inversores prefieren seguir actuando a muy corto plazo, es decir, que la mayoría opta por seguir de cerca las oscilaciones de las cotizaciones sin tener en cuenta los datos fundamentales de las empresas.

La contratación del Mercado Continuo vuelve a sus niveles habituales, con un total de 5.949,55 millones de euros, de los que 3.162,17 millones corresponden a operaciones del mercado abierto. Como en cada sesión, la concentración en torno a los principales valores del Ibex 35 fue elevada, con casi el 70% del total negociado entre cinco valores.

Los indicadores económicos conocidos ayer tampoco aportaron ayuda alguna a los inversores, ya que mientras que el Bundesbank confirmaba su previsión de un crecimiento del 2,3% para este año en Alemania, el instituto económico IFO rebajaba el índice de confianza empresarial del mes de junio. Al otro lado del Atlántico tampoco había tranquilidad, puesto que el índice de actividad económica a nivel nacional elaborado por la Fed de Chicago se mantenía en negativo por décimo mes consecutivo.