Los socialistas llenan sus enmiendas de reivindicaciones a Madrid

Los socialistas valencianos han echado el resto con la ponencia política al 37º congreso federal del PSOE, que se celebra en dos semanas en Madrid. La federación valenciana ha presentado 900 de las 5.700 enmiendas llegadas a Ferraz y un gran número (269) buscan arañar alguna competencia para la organización comarcal del PSPV, a la que los órganos federales han puesto fecha de caducidad.

De la lectura de las más de 200 páginas de enmiendas enviadas por el PSPV a Madrid se dibuja un proyecto reivindicativo e incluso, en algunos aspectos, como la despenalización del aborto (L'Horta Sud) o la revisión de los acuerdos con la Santa Sede (Plana Mitja, Safor-Valldigna y la corriente Izquierda Socialista), a la izquierda del Gobierno. En contrapartida, han cerrado filas en torno a las leyes más emblemáticas del Gobierno.

El capítulo orgánico barre con la presentación de casi 300 enmiendas

En política hídrica, los delegados piden un gran pacto político

Los socialistas valencianos han elaborado buena parte de las enmiendas con la cabeza puesta en los asuntos con los que más guerra ha dado el Consell del PP en los últimos años. Un grupo de 14 agrupaciones aboga por una financiación autonómica solidaria, pero que tenga en cuenta el criterio de población y garantice fondos a los Ayuntamientos, reduciendo su dependencia de la construcción.

Los socialistas valencianos no han hecho sangre con el agua. Han apostado por el comedimiento a pesar de que la derogación del trasvase del Ebro fue un elemento de desgaste electoral para el PSPV. La mayoría han cerrado filas en defensa de un gran pacto del agua, en línea con la postura del Gobierno de Rodríguez Zapatero, insistiendo -en respuesta a federaciones socialistas como la castellano-manchega- en que el agua no puede ser un elemento identitario de confrontación.

En el casi millar de enmiendas se ha dejado un hueco para defender las leyes que el Gobierno de Zapatero aprobó la pasada legislatura (ley de Renta de Emancipación, ley de Dependencia...), cuya aplicación está encontrándose con la falta de colaboración del Consell del PP. Algunas comarcas -es el caso de L'Horta Sud- aboga incluso por penalizar este tipo de actitudes, aunque sin decir cómo. Esta comarca -de la que procede Jorge Alarte, uno de los tres aspirantes a la secretaría general del PSPV- coloca a la cabeza de esta batería de 900 enmiendas una referida al lenguaje sexista. Concretamente, piden la revisión de todo el texto.

La defensa del bilingüismo simétrico y el posible uso por parte de los diputados y senadores de cualquiera de las lenguas oficiales vigentes en España se añade a la petición de consenso en educación para evitar constantes cambios de leyes.

La reforma orgánica ha vencido por franca goleada en número de enmiendas, sobre todo después de que se supiera que Ferraz se propone sustituir las 26 ejecutivas comarcales del PSPV por tres direcciones provinciales. Es una de las partes más críticas con el texto del congreso federal. Mientras La Vega Baja ve incompatible una ejecutiva provincial con otra comarcal, La Vall d'Albaida cierra filas en torno a las comarcas y propone un consejo provincial que coordine y coopere con la actual estructura de partido. Nou Socialisme Valencià, colectivo que aglutina Joaquim Puig, aspirante a la secretaría general del PSPV, menciona que las leyes de autogobierno valencianas permiten, por ejemplo, circunscripciones de ámbito comarcal, respondiendo al argumento de Ferraz de que el cambio es para adaptar el partido a la circunscripción electoral provincial. La Marina Baixa, comarca por la que ha salido elegida delegada al congreso la secretaria de Estado y vicepresidenta de la Gestora, Leire Pajín, hace también una defensa cerrada del modelo comarcal de los socialistas valencianos.

Francesc Romeu, precandidato también, dijo ayer que la federación valenciana -segunda en afiliación- debe consensuar cuatro o cinco prioridades y defenderlas unida en el congreso federal.