El campeón pide paso
Casey Stoner recupera el estilo que le encumbró en 2007 y supera a Rossi y Pedrosa
Abran paso al campeón, Casey Stoner, que llega como un misil, subido a su inseparable Ducati, una moto que vuelve a latir como aquella que la temporada pasada le puso al alcance de la mano su primera corona mundial de MotoGP. En Donington Park, donde ayer se apuntó su segunda victoria de la temporada, Stoner recuperó su mejor versión. Su discurso, alto y claro, viene a decir que tiene cuerda, manos y moto para rato en este campeonato. Y se lo dice a Valentino Rossi y Dani Pedrosa. No es broma.
Tras ganar la carrera que descorchó el curso, en Qatar, Stoner se aflojó. O, lo que es lo mismo, la competencia que el curso pasado no dio pie con bola, se puso las pilas. La superioridad mecánica que había exhibido la Ducati hasta entonces se desvaneció, y con ella los meneos que el australiano daba a cualquiera que se atreviera a retarle en la categoría.
El australiano logra en Donington Park el segundo triunfo de la temporada
Un cambio en la Ducati le permite mejorar medio segundo por vuelta
La particular mecánica de su moto encaja de fábula con su pilotaje agresivo
Especial: Mundial de Motociclismo |
Por lo que respecta a la carrera que se vio ayer, la Desmosedici GP8, el prototipo que la marca italiana le ha servido al campeón para que defienda su trono, vuelve a estar calibrada al gusto de Stoner. Esa es una excelente noticia para la salud del Mundial pero no tanto para Valentino Rossi y Dani Pedrosa, que de ahora en adelante mirarán de reojo al taller de las motos rojas, no vaya a ser que hayan dado con la tecla y este delgaducho rubiales de ojos azules vuelva a la carga con la artillería pesada.
En cualquier caso, lo que sí es evidente es que los ingenieros del Reparto Corse
[el departamento de carreras de Ducati] han hecho que su moto dé un significativo salto de calidad. Ahora falta ver si perdura. Ocurrió en Montmeló, en los ensayos que la mayoría de pilotos llevaron a cabo tras el Gran Premio de Cataluña.
Tras modificar el software que gestiona la curva de potencia del motor de su Ducati, Casey Stoner dio unas vueltas. Inmediatamente cayó en la cuenta de que, con esa nueva configuración, conseguía una mejora de medio segundo por vuelta. Y esto es una eternidad en un deporte que puede llegar a decidirse por tan sólo unas pocas milésimas. Con esta nueva disposición electrónica, los caballos aparecen en escena más suavemente, no tan de golpe, de manera que el conjunto gana en manejabilidad.
Este adelanto le ha caído a Stoner como agua de mayo, tanto es así que se ha sacado de la manga un fin de semana perfecto. Fue el más rápido en tres de las cuatro sesiones de ensayos, se llevó la pole position, la carrera, y rubricó la fiesta con la vuelta rápida (la quinta). Con esos augurios, lo único que podía apartarle del éxito era un error o un accidente, y ayer no ocurrió ni lo uno ni lo otro. Lo bordó.
Tras una arrancada correcta, sin más, el piloto de Southport enfiló la primera curva al frente del pelotón. Beneficiado por el despiporre que se lio a su espalda, con el español Dani Pedrosa (arrancó noveno) remontando desde atrás, la Ducati número uno comenzó a tragarse el asfalto a toda pastilla. Rossi, que cruzó segundo la primera vuelta de la carrera, se vació para tratar de atarle en corto. Fue inútil. Stoner circulaba desbocado y se manejaba igual que la temporada pasada, a golpe de vueltas rápidas.
Gracias al control de tracción preventivo que incorpora su moto, el australiano enfila la salida de las curvas a todo trapo. Puede hacerlo sin pensar, de forma automática. Sólo tiene que incorporarse y retorcer el acelerador sin miramientos porque la electrónica hace el resto. Mientras los demás ducatistas no consiguen hacerse con la moto ni a la de tres, Stoner la conduce a las mil maravillas. La mecánica tan particular que esconde esta bestia de más de 210 caballos encaja de fábula con el pilotaje agresivo del campeón, que no se arruga ante nada y que pone remedio a los problemas que le van surgiendo con un método bastante significativo: acelerando más.
Todo queda a la espera de que la mejora que ha experimentado Ducati se confirme en las próximas carreras. De ser así, el mensaje que Casey Stoner enviará a sus rivales está más que claro: abran paso al campeón.
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