Pasiones a ritmo de Stravinski
'Història del soldat' abrirá el festival en una relectura contemporánea
Sus nombres suenan poco o nada a los aficionados a las artes escénicas a este lado de los Pirineos. Sin embargo, el director británico Nigel Lowery y el coreógrafo israelí Amir Hossinpour se han forjado la consideración de renovadores de la escena internacional, especialmente en el campo de la ópera, gracias a sus 12 trabajos conjuntos. Ambos debutarán en Barcelona con un encargo de envergadura: la dirección colegiada de Història del soldat, de Stravinski y Ramuz, que el próximo miércoles inaugurará el festival Grec, en el anfiteatro que le da nombre. En una edición en la que se apuesta por el riesgo, uno de los principales atractivos del montaje radica en el reparto. Los actores Ángel Pavlovsky y Marilù Marini y la cantante Mísia protagonizan esta fábula "excéntrica", como la definen sus directores, que habla "de las pasiones y debilidades de la sociedad actual".
Citas de la semana
- Història del soldat. Del 25 al 27 de junio.
Teatre Grec. De 12 a 36 €.
- Aquesta criatura. Del 26 al 29 de junio.
Teatre Lliure-Espai Lliure. 20 €.
- El rey Lear. Del 27 de junio al 1 de agosto.
Biblioteca de Catalunya. 22 €.
- Traces (Circo). Del 26 al 29 de junio.
Mercat de les Flors. 22 €.
- Mujeres (Merche Esmeralda, Belén Maya, Rocío Molina
y Diana Navarro). 29 de junio.
Teatre Grec. De 15 a 36 €.
"Es una obra excéntrica compuesta por una suma de capas cargadas de fuerza", reflexiona Lowery. El teatro, la danza y la música (interpretada por el Grup Instrumental Barcelona 216, bajo la dirección de Virginia Martínez) se superponen en este espectáculo en cuya partitura escribió Stravinski esta escueta indicación: "para ser leída, tocada y bailada". Pensada especialmente para el Grec, esta relectura contemporánea de la obra pone un marcado acento en la danza. La única bailarina del original se ha desdoblado aquí en tres (Anna Pons, Fàtima Campos y Nagore Somoza), que se desenvuelven a ritmo de tango, vals, jazz y ragtime, con total fidelidad a la composición de Stravinski.
Història del soldat se estrenó en Lausana en 1918. El músico se había exiliado en Suiza a raíz de la guerra, y allí conoció al escritor Charles Ferdinand Ramuz. Éste se inspiró en cuentos populares rusos para desarrollar la trágica y emotiva peripecia de un soldado que, como dice Pavlovsky, "libra su peor batalla durante unos días de descanso". En el camino a casa para pasar dos semanas de permiso, con la sola compañía de su violín, el recluta se topa con un extraño personaje que le propone cambiar el instrumento por un libro. Para cuando el combatiente descubra que ha estado haciendo tratos con el diablo (encarnado por Marini) ya será demasiado tarde. Mísia no ejerce aquí como cantante, sino la faceta de actriz, con el papel de la narradora juez que empieza moralizando sobre los hechos y acaba abocada a "la posibilidad de ser corrompida".
Hosseinpour destaca la originalidad del reparto, y especialmente a un Pavlovsky "tremendamente inspirado". Al intérprete argentino afincado en Barcelona la llamada a filas le llegó como caída del cielo. "Las cosas que se desean mucho acaban ocurriendo", asegura el actor, apasionado con el espectáculo. Mísia, que hará doblete en el Grec (el 29 de julio volverá al anfiteatro con un concierto) ve muchos paralelismos entre el fado y esta obra, "que habla de la fragilidad del ser humano". Y Marini considera "maravilloso" poder encarnar al diablo y permitirse "cosas que cotidianamente no podemos hacer". Los tres intérpretes hablan bien el francés, y eso posibilita que el espectáculo se presente en su lengua original, con subtítulos en catalán.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.