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Reportaje:

Un matrimonio que va sobre ruedas

Con la entrada de ASO en Unipublic, la Vuelta a España ganará en presencia internacional y prestigio, y el Tour de Francia conquistará más poder en el ciclismo mundial

Carlos Arribas

"Si no llueve más en Londres, Nadal ganará en Wimbledon", profetiza Patrice Clerc, que de tenis entiende un rato, pues aparte de ser tenista, dirigió el torneo de Roland Garros durante casi dos décadas. Pero no es ya ni el tenis ni Nadal lo que ocupa los días de Clerc y lo que le llevó a Madrid la semana pasada, sino el ciclismo, y más concretamente, el matrimonio celebrado el 6 de junio entre Amaury Sport Organisation (ASO) y Unipublic. Es decir, entre el Tour y la Vuelta. "Queremos aportar a la Vuelta el reconocimiento internacional que merece, una mayor exposición mediática", dice Clerc, presidente de ASO desde 2000 y también, en virtud del 49% que el organizador del Tour ha comprado a Antena 3 de Unipublic, consejero delegado de la empresa que organiza la Vuelta por un montante que no se ha hecho público. "ASO nunca ofrece cifras, las consideramos informaciones privadas", explica Clerc, que habla con la prensa española acompañado de Ignacio Ayuso, presidente de la filial española de Antena 3, y de Víctor Cordero, nuevo director general. "Y sí, aunque siempre se piense que una de las dos partes hace mejor negocio que la otra, estamos contentos con la operación, tanto compradores como vendedores", afirman a coro. "Esto es como un matrimonio y por ahora estamos todos contentos, como en la luna de miel. Aunque parezca raro, también hay matrimonios felices".

El dopaje y la guerra con la UCI son los grandes retos del ciclismo
Los organizadores no descartan volver a celebrar la Vuelta en abril o mayo

Y matrimonios de conveniencia, o dictados por la necesidad, dos conceptos que abundan estos días en las aguas de las organizaciones de eventos ciclistas.

Antena 3 compró Unipublic a los hermanos Enrique y Eduardo Franco y a Felipe Sainz de Trápaga por 42 millones de euros en abril de 2005, cuando los escándalos de dopaje ya empezaban a enturbiar el mundo ciclista. La edad de oro de la Vuelta, la vivida bajo la égida de Enrique Franco y la difusión radiofónica de José María García en los años ochenta y noventa, ya era pasado. Fueron los años de los grandes patrocinadores -Caja Postal, Tabacalera, Amstel, Telefónica, Movistar- y de los grandes contratos televisivos, que incluían aún la obligación para TVE de emitir las imágenes de la ronda por la Primera, los años de la multiplicación de los kilómetros de vallas publicitarias y del gran salto adelante que supuso pasar la Vuelta de sus tradicionales fechas en abril-mayo al mes de septiembre, los años en que el ciclismo español y la Vuelta aún generaban figuras sin mancha, como Álvaro Pino o Perico Delgado, los años en que se creaban los lugares míticos, como la subida a los Lagos y el Angliru.

Y pese a que aquellos años habían pasado y que los datos de las audiencias televisivas indicaban un descenso continuo, Antena 3 aún confiaba en hacer negocio. De hecho, el primer año, Unipublic aportó a los resultados del canal unos ingresos de 21,2 millones de euros, con un beneficio neto de 6,8 millones. Pero el ganador de aquella Vuelta, la de 2005, Roberto Heras, resultó positivo por EPO. Fue el comienzo de una cadena de escándalos que continuó en mayo de 2006 con la explosión de la Operación Puerto. En 2007, tras los últimos escándalos del Tour, el ciclismo mundial se encontraba en el momento más bajo de su historia en popularidad y difusión mediática. Y Antena 3, que esperaba unos ingresos anuales de 30 millones de euros, se encontró en 2006, por ejemplo, con que Unipublic aportaba al balance unos ingresos de sólo 18,9 millones, acompañados de unas pérdidas de 900.000 euros. Por lo menos, y pese a que la audiencia máxima durante la Vuelta de 2007 fue de poco más de un millón de telespectadores (9,2% de share) en la etapa de los Lagos, TVE prorrogó un año más, hasta 2008, el contrato de transmisión, por unos seis millones de euros.

"El ciclismo tiene actualmente dos grandes problemas, la imagen y el Gobierno", dice Clerc en relación al dopaje y la guerra que enfrenta a los grandes organizadores con la Unión Ciclista Internacional (UCI). Y el Tour, más en concreto su sociedad madre, Amaury Editions, también tiene los suyos. Propiedad un 75% de la familia Amaury y un 25% del conglomerado Lagardère a través de su control de ediciones Hachette, el núcleo del negocio de Amaury lo forman L'Équipe y Le Parisien. Pero L'Équipe, el diario deportivo que durante años fue el más leído de Francia, está perdiendo peso. Su tirada cayó en 2007 a 332.900 ejemplares y su cifra de negocio bajó un 8% hasta los 230 millones de euros (y los beneficios se redujeron a un tercio, de 10 a 3,3 millones). Curiosamente, Lagardère Sports es competencia directa de ASO en todos sus terrenos. Este junio ha puesto en marcha La Transorientale, un rally entre San Petersburgo y Pekín que pisa el modelo de ASO, el Dakar. Y Lagardère, además, con la compra de Upsolut, se hizo también con la Vuelta a Alemania, una carrera que este año se disputa en las mismas fechas que la española.

El Tour aporta a las cuentas del grupo Amaury la quinta parte en números redondos, unos 110 millones de euros anuales (y unos 15 millones de beneficios). De ellos, 23 millones los aporta el contrato televisivo firmado hasta 2013 con la televisión pública francesa y 16 millones el patrocinio de las cuatro grandes marcas que forman el Club del Tour: Vittel, supermercados Champion, el banco LCL (antiguo Crédit Lyonnais) y Skoda. El resto llega de patrocinadores menores y de las aportaciones de las ciudades que acogen las etapas.

Dado que las negociaciones entre ASO y Antena 3 datan de las pasadas navidades, algunas mentes maquiavélicas han querido ver en el veto del Tour a Alberto Contador una maniobra que asegurara que el ganador del Tour de 2007 participa en la Vuelta, dando así un impulso increíble a la carrera española. El que no haya sido así -que no ha sido- no obsta para que el debut de ASO en España coincida con unas expectativas olvidadas hace tiempo, lo que facilitará su principal aportación a la Vuelta, la de algunos de sus patrocinadores. "Nuestra primera etapa en la Vuelta será la de conocerla mejor", dice Clerc. "Trabajaremos en la exposición internacional de la carrera, en su difusión por los new media. Intentaremos atraer a algunas compañías que forman parte de nuestro entorno, que aún no trabajan con el Tour y que pueden estar interesadas en el mercado español".

Está claro lo que Antena 3 sacará del Tour, pero ¿qué sacarán los franceses de la Vuelta? Dominio del calendario, entre otros beneficios, reforzamiento de su posición como número uno del ciclismo mundial. Un poder a la sombra de la UCI con capacidad para imponer su fórmula a los equipos ciclistas. Aparte del Tour, ASO organiza otras carreras por etapas, como la París-Niza, la Vuelta a Picardía y el Critérium Internacional, aparte de algunas clásicas como la París-Roubaix, la Lieja-Bastogne-Lieja, la París-Tours y la Flecha-Valona. Acaba de firmar un convenio de colaboración con la Vuelta a California y negocia uno similar con la Volta a Catalunya. Y aparte del interés económico, mantiene una alianza estratégica con Rizzoli, el grupo italiano de La Gazzetta dello Sport, que posee el Giro, y otras carreras como la Tirreno-Adriático, la Milán-San Remo y el Giro de Lombardía a través de su compañía RCS.

"La única ventaja del ProTour [el calendario de carreras organizado por la UCI] es que nos ha acercado a Giro, Tour y Vuelta a unos puntos de vista e interés similares", dice Clerc. "Ahora estamos abiertos a una reconsideración general del calendario, que es un caos completo. Hace falta una nueva arquitectura del calendario internacional, en la que podríamos incluir un regreso de la Vuelta a sus fechas tradicionales e incluso reducir los días". Tal cambio, si se produce, no podrá darse antes de 2010: en 2009 la Vuelta ya tiene comprometida su salida en septiembre desde el circuito de Assen, en Holanda.

Imagen del pelotón en una de las largas y cálidas etapas de la última edición del Tour de Francia.
Imagen del pelotón en una de las largas y cálidas etapas de la última edición del Tour de Francia.REUTERS

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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