Más de 50 muertos en un atentado en el norte de Bagdad
Una bomba estalla en una parada de autobús repleta de peregrinos chiíes
La bomba estaba programada para causar el máximo daño posible en el barrio de Hurriya, en el norte de Bagdad. Explotó en hora punta en una parada de la que parten los autobuses repletos de peregrinos hacia Kerbala y Nayaf, las ciudades santas del chiismo. Al menos 51 personas perdieron la vida y otras 75 resultaron heridas. Se trata del peor ataque en Irak contra civiles desde finales de mayo, y es un recordatorio de que pese a los avances logrados en el último año, el problema de la violencia permanece.
El elevado número de víctimas se debe a que la onda expansiva provocó el desplome de un edificio, daños en 20 locales comerciales y destrozos en 15 vehículos que estaban estacionados junto al coche bomba. Fuentes médicas aseguran que muchos de los heridos se encuentran en grave estado, por lo que el número de fallecidos puede aumentar.
El último atentado de estas características ocurrió el 29 de mayo en Sinyar, muy cerca de la frontera con Siria. Veinte aspirantes a policías murieron y otros 30 resultaron heridos cuando el atacante detonó la carga de explosivos que llevaba adosada al cuerpo.
El día 1 de ese mismo mes perdieron la vida 35 personas y otras 76 resultaron heridas en un doble atentado en Balad Ruz, en la provincia de Diyala, al noreste de Bagdad. En aquella ocasión, los atacantes, una mujer y un hombre, detonaron los explosivos que llevaban consigo con 10 minutos de diferencia en medio de la boda de un prominente miembro de las milicias progubernamentales de Sahwa. Este grupo fue creado por las tribus suníes con ayuda de los mandos militares de Estados Unidos, que lo arma y financia para que luche contra Al Qaeda.
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