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JUEGO DE PELOTA | EUROCOPA 2008 | La otra mirada
Columna
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Piano por correo

Soledad Gallego-Díaz

Zelda Sayre Fitzgerald, la mujer de Scott Fitzgerald, justificaba sus excesos asegurando que había crecido creyendo que se puede aprender a tocar el piano por correo. La culpa la tenían, cómo no, las "promesas sin fin" de la publicidad. Eran otras épocas, sin duda, porque ahora una parte de la publicidad ha adquirido un tono tan ramplón que hace incluso poco simpático al anunciante. La Eurocopa está llena de ejemplos.

No se trata sólo de ese almacén español de electrodomésticos que animaba a comprar pantallas de plasma con la promesa de devolver parte del precio en el caso (improbable, según sus cálculos) de que la selección consiguiera pasar de cuartos. A mí, lo que me resulta inaguantable es esa manía que les ha entrado de colgar del cuello del seleccionador y de los jugadores una pantallita en la que pasan continuamente anuncios de los patrocinadores del campeonato. Me dirán que la pantalla no cuelga realmente del cuello de nadie y que se trata de un efecto óptico en las conferencias de prensa. De acuerdo, pero la cuestión es que cuando Villa-Maravilla aparece en televisión da la impresión de que le han colocado un collar futurístico en el cuello y que otros jugadores quedan tan tapados que sólo se les ven los ojos y el remolino del pelo. No es que crea que esas ruedas de prensa son interesantes, pero eso es una cosa y otra que la organización las boicotee expresamente.

Es inaguantable esa manía de colgar del cuello de los jugadores una pantallita con anuncios de patrocinadores
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Lo único que falta ahora es que la UEFA exija a los jugadores que salgan inicialmente al campo encartelados, como los hombre-anuncio que recorren la Gran Vía madrileña (y la parte final de la Quinta Avenida de Nueva York), generalmente pagados por oficinas de empeño y compraventa de oro. Que poco glamour. Yo, que recuerdo anuncios fantásticos con motivos de algunos Mundiales (casi todos protagonizados por David Beckham), me pregunto si la ramplonería actual será consecuencia de los aires que recorren Europa. Beckham se fue a América y en Europa triunfa Silvio Berlusconi. ¡Qué cambiazo! Quizás los jugadores europeos de fútbol podrían ser quienes lanzaran una verdadera campaña para que recobremos todos la dignidad. Empiecen por negarse a llevar la pantallita al cuello (símbolo perfecto de la mediática era Berlusconi-Sarkozy) por mucho que les paguen. Lo mismo terminamos construyendo una Europa que merezca la pena y la próxima Eurocopa se abre con el himno de la UE (Beethoven), ése que ahora está casi prohibido tararear. Una cosa es que no echemos de menos el juego de Raúl y otra que no nos acordemos de sus quejas exigiendo respeto, mucho respeto, para los futbolistas. Incluso para los que no lo somos. (Mientras tanto, diviértanse viendo un simpático vídeo de Villa jugando con el balón, planchando y pasando el aspirador. Es de la FIFA, no europeo: http://www.elmejorocio.com/ver-video-de-humor-online-david-villa-video-para-fifa-07-667.html).

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