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Columna
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Cómo asistir a un concierto de Radiohead

Todo el mundo sabe que ir a un concierto multitudinario al aire libre no es lo mismo que ir a un concierto de aforo reducido en un recinto cerrado. El comportamiento del público en un caso y en otro es -y diría que tiene que ser- diferente. En un concierto multitudinario y al aire libre como aquel al que asistí el jueves, por ejemplo, en el que vimos en directo a la banda Radiohead, el público grita, baila, bebe, fuma, se achucha, se encarama y hace fotos con el móvil, cosas, todas ellas, poco recomendables en un concierto de aforo reducido en un recinto cerrado. Por su parte, los músicos también tienen una forma de comportarse según estén en un sitio o en otro. Quiero decir con esto que tal vez nos habría chocado un poco que Dyango, en ese recital que dio en el Palau de la Música, se hubiese tirado o encima del público de las primeras filas, o hubiese corrido por el escenario sin camiseta o se hubiese tocado las partes. Y, al revés, nos habría sorprendido también que el líder de Oasis hubiese sorteado entre el público de su concierto un cuadro pintado por él (que es lo que hizo Dyango). Yo ya sé que Marina Rossell y Amy Winehouse (por hablar de dos personas a las que admiro) se comportan de distinto modo al cantar para nosotros (y hasta cuando no cantan, quiero suponer).

Antes de empezar, con los nervios, los del público hacen chistes o bromas. Tú no te conformes con eso

O sea que los que el jueves fuimos al concierto de Radiohead fuimos sobre todo a sentir la emoción de oír su sonido en directo. Si hubiésemos querido estar sentados cómodamente escuchando en condiciones el disco OK Computer, que es uno de los más increíbles de la historia de la música, no nos hubiésemos movido de casa (donde, además, la cerveza es mejor). De acuerdo. Si uno va a un concierto como ése, se expone a estar al lado de un señor sudado. Sí. Sin embargo, después de lo del jueves me he dado cuenta de que no todo el mundo está preparado para este tipo de actos. Por eso, me veo en la obligación de dar unas imprescindibles instrucciones por si nos encontramos la próxima vez.

1. Saltar, bailar y emocionarse en un concierto de Radiohead es algo que hace todo el mundo. Por tanto, lo que te distinguirá de los demás será tu manera de hablar por el móvil. Llama a todos tus amigos, uno detrás de otro. Grita: "¡Estoy aquí, a la derecha de la pantalla gigante! Sí. ¿A ver? ¡Levanta la mano! ¡Yupiiii! ¡Ya te veo!". Es imprescindible que lo hagas a voz en grito y durante las lentas. Así, los tontos que querían oír algo se fastidiarán.

2. Antes de empezar, con los nervios, los del público hacen chistes o bromas. Tú no te conformes con eso. Una vez empezado el concierto, no dejes de hacer gracia. Grita, por ejemplo, "¡Pecadorrr!" durante todo el rato. Con un poco de suerte, los que están a tu lado se reirán pensando: "¡Vaya fenómeno...! En El club de la comedia sería el rey".

3. Llama a tus amigas y comenta con ellas lo desmejorado que está Thom Yorke. Los que están a tu lado están deseando conocer vuestra opinión al respecto.

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4. También es muy importante que cuando tocan la canción emblemática llames a alguien para ponérsela. Eso sí, no dejes de decir: "¿La oyes? ¡Qué fuerte...!".

5. Es imprescindible que la decisión de comer un trozo de pizza la tomes una vez empezado el concierto y no antes. Así, al abrirte paso para conseguir tu legítimo alimento, molestarás a los tontos que están siguiendo la música en un espacio pequeño conquistado con ardor.

6. Al volver, ya con la pizza en la mano (y una cervecita), aprovecha para colocarte mucho más cerca del escenario. Si hay tontos que han llegado antes que tú, allá ellos. Pide paso. Es cierto que algunos fachas no se moverán, pero lo mejor para neutralizarlos es enarbolar la derramable cerveza que llevas en la mano.

7. Bailar en un concierto está bien, para eso vas. Pero no bailes discretamente. Baila moviendo los brazos y reclamando tu espacio. Que se aguanten los otros. Con un poco de suerte hasta te harán un corrillo.

8. Y recuerda: estas recomendaciones son válidas para un concierto serio e importante, como el de Radiohead. Si vas a uno de, pongamos, Amaral, ya puedes sacar una mesa de cámping y, una vez comido el melón que llevabas, hacer el amor con el primero que pilles.

moliner.empar@gmail.com

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