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Reportaje:

Un negocio de aventura

Junto al embalse de Fervenza, Naturmaz es el mayor centro de ocio activo de España

Hasta hace tres años, a la presa del embalse de Fervenza sólo se acercaban los técnicos de Ferroatlántica cuando tocaba jugar con el caudal del vaso. Era también un atajo tomado ocasionalmente por conductores sin vértigo. La pared, con 30 metros de caída, hace de bisagra entre los concellos de Dumbría y Mazaricos. "Aquí no había nada, era terreno baldío". Juan José Blanco Riveiro está colgado a 12 metros en un rocódromo. Desde allí, una tirolina desciende 150 metros sobre el agua. Siguiendo la orilla se encuentra el aeródromo, con una pista de aterrizaje de 730 metros. Tres hermosos ultraligeros florean una estampa con fondo azul pantano. En el hangar se cobijan otros cuatro, de los cuales uno es anfibio.

"Aquí haces una excursión de 24 horas a caballo sin cruzarte con nadie"
Tres ultraligeros están fuera y otros cuatro se cobijan en el hangar

"Somos el mayor centro de ocio activo de la península", apunta Carina Conde, la encargada de recibir al aventurero que llega a Naturmaz. Juan José Blanco continúa pasando el plumero a los arreglos realizados en temporada baja. Se prepara para recibir a 6.000 personas este verano. Enrique Pose, cinco veces consecutivas campeón de España de tiro con arco en la modalidad de recorrido de bosque, mantiene anclado el arnés de su socio. "Estoy aquí por él, que se le metió la idea en la cabeza", bromea.

"Soy piloto comercial e instructor, pero estaba muy vinculado al mundo de la equitación y del piragüismo y me rondaba la idea de montar una empresa de turismo activo. Me llevó dos años encontrar unos terrenos al lado del embalse con sitio para un aeródromo. Al final nos los cedió el concello de Mazaricos. Y vamos creciendo día a día", comenta Juan José desde lo alto.

Naturmaz se extiende por 212.000 metros cuadrados. En unos días estará listo el picadero cubierto para los 14 caballos que relinchan en las cuadras. También hay dos pistas de equitación y albergue con 50 plazas. "El capital inicial fue de 700.000 euros, pero en estos momentos ya hay invertidos unos dos millones". En Naturmaz trabajan 10 personas durante todo el año, aunque "se incorpora personal en función de los cursos". Tocan todos los palos de la aventura. Clases de vuelo en ultraligero, cursos de piragüismo, de equitación, de tiro con arco, de buceo, artes marciales, escrima (esgrima con espadas medievales), visitas turísticas a la Costa da Morte tanto por aire como por mar... Funciona una escuela amateur de construcción de ultraligeros y para los amantes de juegos de rol ofrecen protagonizar la Operación Dutika Mere, un juego que se celebra durante cuatro días por la Costa da Morte entre druidas, arqueros, leyendas y conjuros.

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"Aprovechamos el entorno para todas las actividades", explica Juan José. Río abajo, el Xallas se vuelve a detener en el embalse de Santa Uxía para tomar aire antes de alimentar a tres centrales hidroeléctricas. Es zona privilegiada para la piragua. La desembocadura es única en Europa. En Ézaro, el Xallas se desnuca contra el mar desde una cascada natural de 100 metros de altura. También es la única con horario de visita. Está abierto entre las 12 y las 14 horas los sábados y domingos desde el 21 de junio al 21 de septiembre. También algún festivo.

"Aquí puedes hacer una excursión de 24 horas a caballo sin cruzarte con nadie, al día siguiente ir a bucear a las islas Lobeiras y después volar en ultraligero por la comarca. En cualquier aeroclub te piden una barbaridad por hacerte socio y nosotros no". La cuota mensual es de 20 euros al mes, "con un 20% de descuento en todas las actividades. Y la semana que viene empezamos las clases de baile", apunta Carina Conde.

Hace tres años este lugar era un "terreno baldío". José Couselo -Mistral le llaman todos por su ultraligero- ha venido desde Santiago a darse un vuelo. "Siempre que puedo me hago una escapada. Llevo seis años metido en este mundillo y engancha". José Ramón y Martín, de diez y nueve años, respectivamente, ayudan a cargar las canoas a Enrique Portela. El monitor de piragüismo fue capitán del equipo nacional de aguas bravas en el campeonato de Europa de 2006 y en el Mundial de 2007. Llegó hace tres meses para echar al agua el Club Deportivo Municipal Piragüismo Dumbría.

"Esto ha sido una bendición para los niños", confiesa en la cantina Teresa, mientras su hijo asiste a clase de judo y de jujitsu.

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