Todos al contraataque

Los jugadores de fútbol, y más si son suecos, son gente de ideas fijas. Ayer, durante el entrenamiento de la selección escandinava, algo les debió de decir a sus muchachos el técnico, Lars Lagerbäck, relacionado con el contragolpe. Cuando salieron del campo, todos hablaban de lo mismo. "Nosotros tenemos que saber en qué momento contraatacamos", decía Sebastian Larsson, extremo del Birmingham. "Lo importante es esperar y estar preparados para cuando llegue el momento del contraataque", comentaba Elmander. "Tenemos que defender bien juntos y luego contragolpear", repetía el interior más creativo del conjunto, el imperturbable Anders Svensson.

He aquí un equipo sin dudas sobre el estilo. Compacto, que diría Fabio Capello. En Suecia no se detectan fisuras ideológicas. La palabra toque no se le pasa por la cabeza a nadie. Ni siquiera a los que tienen sensibilidad en el pie, como Elmander. El jugador que más curiosidad inspira en Luis Aragonés lo tiene igual de claro que sus compañeros: "Ellos querrán tener mucho la pelota. Harán su juego y en algún momento se abrirá un espacio porque atacan con tantos jugadores que a veces quedan muy pocos para contener. Nosotros tendremos que correr más. Contra Grecia corrí mucho menos de lo que tendré que correr si juego contra España. Grecia no quería jugar al fútbol. Sólo meterse en su área. Contra España nos enfrentaremos dos selecciones que, de alguna manera, intentarán salir a jugar. Ellos, con más posesión del balón. Nosotros, con jugadas rápidas".