Rajoy mantiene en suspenso la fecha del discurso de Aznar

Quedan sólo ocho días para el congreso del PP, y aún hay muchas incógnitas por resolver. Las principales afectan al equipo de Mariano Rajoy, pero hay otras que pueden ser igual de relevantes para el éxito del cónclave. El líder todavía no ha decidido ni comunicado qué día hablará José María Aznar, presidente de honor del partido.

Su discurso ya marcó el congreso de 2004. Entonces, el ex presidente, que habló en el cierre poco antes que Rajoy, se lanzó a degüello contra el PSOE e hizo vibrar a los compromisarios con su tono mitinero. Dejó al auditorio tan caliente y se hizo tan tarde cuando terminó, que buena parte de los compromisarios se marchó mientras hablaba Rajoy, derrotado en el aplausómetro, en una imagen durísima para el líder que marcó ese congreso, el de su elección como presidente.

La lógica señala que Aznar debería hablar de nuevo el domingo 22, en el cierre del congreso, justo antes de que lo haga Rajoy. Sin embargo, el líder tiene dudas, y aún no ha confirmado nada, según coinciden tanto personas cercanas al ex presidente como al jefe de la oposición.

De hecho, la agenda del presidente de la fundación FAES está abierta y sus colaboradores quieren cerrarla cuanto antes porque sus viajes internacionales y sus diversos compromisos le llevan a cerrar todos sus actos con mucha anticipación.

Aznaristas

Rajoy insiste en que Aznar se ha portado como un "señor" en todo momento. Pero lo cierto es que muchos de los que más han criticado la gestión del líder tras las elecciones pertenecen a lo que en el PP se denomina como aznaristas, un sector al que pertenece el jefe de la oposición, como ex vicepresidente del Gobierno, pero al que él está apartando del poder para dar paso a la siguiente generación. Rajoy puede quedar así como único ex ministro de Aznar en la cúpula del partido.

Las intervenciones del ex presidente siempre son polémicas y muy seguidas en el PP. Fue él quien eligió a dedo a Rajoy y quien llevó al partido a la cumbre con la mayoría absoluta de 2000.

La última vez que habló lo hizo en plena crisis y marcó todas las primeras páginas de los diarios de tirada nacional. Reclamó un PP "sin complejos" y le pidió indirectamente a Rajoy que contara con "los mejores", en plena polémica por los nombramientos del líder.