El fantasma de 1970

Treinta y ochos años después, la solvencia defensiva de Italia quedó de nuevo en entredicho. La escuadra azzurra no perdía por tres goles de diferencia desde el 21 de junio de 1970. El Brasil de Jairzinho, Gerson, Tostão, Pelé y Rivelino se proclamó entonces tricampeón mundial tras bailar la samba con el conjunto de Feruccio Valcareggi (4-1). Suiza firmó el mismo resultado en el partido de desempate que les enfrentó en la primera fase de la cita de Chile 1962.

Aunque en los cantones de la Confederación Helvética siguen recordando la hazaña de Hügi, Ballaman y Fatton, la afrenta de verdad se produjo ocho años después contra la canarinha. En el minuto 18 llegó el primer gol. Burgnich marcaba a Pelé. "Saltamos juntos, pero, cuando volví a tierra, él seguía suspendido en las alturas", explicó. El empate de Boninsegna (m. 37) fue un mero espejismo. Brasil, en vez de inquietarse, se desinhibió y destrozó a los transalpinos: Jairzinho le puso un balón perfecto a Gerson a los 56 minutos y Pelé, de cabeza, se apuntó a la verbena cinco más tarde. La guinda la puso Carlos Alberto (m. 87), tras otra asistencia soberbia de Pelé.

Italia acusó la tensión y el esfuerzo de su semifinal contra Alemania cuatro días antes (4-3). El grupo de Riva y Rivera se sobrepuso al empate de Schnellinger en el tiempo de descuento en una prórroga irrepetible, en la que se marcaron cinco goles. Para añadirle más épica, Beckenbauer, con el hombro dislocado, acabó jugando con el brazo en cabestrillo.

El encuentro de ayer no fue tan agradable para la vigente campeona del mundo, que jamás había perdido por 3-0 en una Eurocopa. Holanda relevó a la URSS, que en las semifinales de 1988 superó a la zaga de Maldini y Baresi con dianas de Litovtchenko y Protassov. Francia también ganó por el mismo resultado en los octavos del Mundial de 1986 -aciertos de Platini y Stopyra-, como Chile, anfitriona del campeonato de 1962, con goles de Ramírez y Toro.