Carretero extiende su influencia a Barcelona

Las urnas de Esquerra Republicana certificaron que muchos de los tópicos sobre el partido que sus propios dirigentes se han empecinado en perpetuar no son en absoluto válidos para analizar la vida de la formación. El denostado crítico Joan Carretero, al que los sectores oficialistas insistían en desterrar a su feudo del Pirineo, dio la campanada y obtuvo resultados más que aceptables en Lleida y Barcelona. En cambio, Joan Puigcercós, que suele atribuirse el mérito de controlar la estructura del partido, tuvo resultados más que discretos en Barcelona, donde quedó tercero, por detrás de Ernest Benach y Carretero. Sólo un tópico persiste: los carodistas no levantan cabeza fuera de la provincia de Tarragona, lugar de origen del propio Josep Lluís Carod Rovira y Ernest Benach.

- Joan Puigcercós. La clave del éxito del nuevo presidente de ERC fue que sólo tuvo un masivo voto de castigo en Tarragona, feudo de los carodistas. Allí logró el 11% de los sufragios. En cambio, triunfó en Girona (54%) y en todas las mesas de fuera de Cataluña. En la Comunidad Valenciana y en Perpiñán cosechó el 73% y el 65% de los votos. En cambio, pinchó estrepitosamente en la numerosa agrupación de Barcelona, donde quedó tercero con el 25% de los votos. El único voto del extranjero fue para él.

- Ernest Benach. La candidatura carodista sólo registró apoyos masivos en el Ebro (65%) y tuvo un buen resultado en Tarragona (45%). En Barcelona se notó el apoyo del presidente de la federación local, Oriol Amorós, y del jefe de filas de ERC en el Ayuntamiento, Jordi Portabella: los carodistas ganaron en la capital (35%).

- Joan Carretero. Los críticos del ex consejero de Gobernación y ex alcalde de Puigcerdà consiguieron extender su influencia mucho más allá del Pirineo. Carretero no ganó en ninguna región, pero logró el 45% de los sufragios en el Pirineo y el 30% en Lleida, y quedó segundo en Barcelona ciudad (29%), mientras que pinchó estrepitosamente en el Ebro (12%).

- Jaume Renyer. El crítico aliado con Uriel Bertran sólo logró cierta presencia en las mesas de Tarragona y el Penedès, donde obtuvo entre el 11% y el 14% de los votos. En Girona, el Ebro y el Pirineo no superó el 3,75%.