Pepu Hernández, destituido
No me puedo creer que hayan destituido a Pepu por decir lo que pensaba, que después de las Olimpiadas habría cumplido un ciclo y que quisiera retirarse entonces. Los aficionados al deporte y sobre todo al baloncesto le debemos la ilusión que este deporte nos ha dado. Los jugadores de la selección lloraron al enterarse de la noticia.
Pepu es un tío normal y corriente, humilde y sin alardes de grandeza a pesar de saber más que nadie de baloncesto y ser el campeón del mundo. Pepu ha sabido transmitir sus valores humanos a los jugadores. De ahí que los jugadores españoles, que son todos estrellas, sean tan humildes.
Los jugadores y Pepu formaban un bloque en el que todos se sentían igual de importantes jugaran lo que jugaran. Decir que Pepu no es profesional es una ofensa, ya que su padre murió el día anterior a la final del Mundial contra Grecia y aguantó el tipo como el caballero que es. El presidente de la Federación de Baloncesto debería dimitir por haberle echado. Pepu, eres el mejor, gracias por todo.
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