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Los municipios afectados por la MAT insisten en soterrar la línea

La única opción es soterrar; las compensaciones económicas son secundarias. Estas dos ideas las recoge un manifiesto publicado ayer por la asociación de municipios afectados por la línea de alta tensión (ANMAT), que agrupa a 62 localidades de las comarcas de Girona. Sus alcaldes reclaman que se considere interconexión eléctrica todo el trazado de la infraestructura a partir de Sentmenat (Vallès Occidental), y no sólo el tramo fronterizo entre Santa Llogaia d'Àlguema (Alt Empordà) y Baixàs (Francia).

Ese tramo, el de la frontera, es polémico porque el Gobierno francés -siguiendo los consejos del mediador europeo Mario Monti- estaría dispuesto a aceptar el soterramiento. España, por el contrario, aún no se ha pronunciado con claridad. "Exigimos el mismo trato que Francia. No puede haber ciudadanos de primera y de segunda", apuntó Xavier Quer, presidente de ANMAT. El texto aprobado en asamblea también anima a vecinos y particulares a presentar alegaciones contra el proyecto y a recoger firmas para mostrar la oposición del territorio.

Paralizar las obras

Los alcaldes pidieron, además, la "paralización inmediata" de las obras ya iniciadas y aseguraron que Red Eléctrica actúa desde el "furtivismo" y la "ilegalidad". Sobre la intervención de Medio Ambiente en las obras de la MAT en Osona esta semana -detuvo el acceso a las fincas-, la asociación considera que se trata de un gesto político "de cara a la galería" sin efectos reales, que servirá sólo para "contentar" al Síndic de Greuges.

Los alcaldes prevén reunirse con el consejero de Economía, Antoni Castells, el próximo 26 de junio, aunque se muestran escépticos sobre los resultados del encuentro. "Nos han dejado solos durante mucho tiempo y ahora empieza a ser demasiado tarde", razonó Quer. Antes de la entrevista con Castells, tienen otra cita importante, el próximo viernes, con Mario Monti. El mediador volverá a Girona para presentar su informe definitivo antes de la celebración de la cumbre hispano-francesa, en la que se tomará la decisión final sobre la infraestructura eléctrica.

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