"La MAT sólo la puede parar Carretero o Puigcercós"
La de ayer era, en teoría, una votación para escoger presidente y secretario general. Pero las urnas también reflejaron el enfado de los militantes por asuntos como el abortado minitrasvase del Ebro a Barcelona, las obras de la línea de muy alta tensión (MAT) en Girona y el también descartado trasvase del Segre. El zigzagueante camino que ha cogido ERC en algunos de estos asuntos, apoyándolos en el Gobierno y rechazándolos en la calle, fue contestado por su militancia.
- Girona, 'territorio MAT'. Un cielo amenazante y cuatro gotas de lluvia hicieron que la mañana en la sede de Esquerra Republicana en Girona fuese muy tranquila, con pocos militantes camino de las urnas. "Si llegamos al 70% de los electores, será un éxito total", comentó uno de los compromisarios. Más animación registró la sede republicana en Santa Coloma de Farners (Selva). Casi enfrente del local, un edificio empapelado con pancartas contra la línea de muy alta tensión recordaba una de las principales preocupaciones de los militantes de la zona. "La línea sólo la puede parar Puigcercós o Carretero, al menos en teoría, pero primero hay que ver qué pasará con el tripartito", comentaba una votante.
- Comarcas del Ebro. El minitrasvase del Ebro a Barcelona focalizó la atención de los militantes del delta, hasta tal punto que la campaña para liderar ERC pasó desapercibida en la zona. "Estábamos pendientes de evitar la cañería del trasvase, no hemos hecho caso del partido", reconocía un compromisario de Tortosa. Sin embargo, la participación en las urnas fue significativa. "Ahora que ha llovido ya podemos pensar en ERC", explicaba un militante.
- Lleida. El minitrasvase del Segre al Llobregat que en su día planeó el Gobierno catalán parece ya olvidado para los electores de ERC en Lleida. Al menos entre los residentes en el llano. Pocas referencias a este asunto se oyeron en la capital del Segrià. Muchos de los 373 militantes que votaron en la mesa electoral de Lleida coincidieron en elogiar el proceso de primarias para elegir a los nuevos líderes de ERC. Algunos militantes optaron por el voto cruzado, es decir, para presidente de una candidatura y para secretario general de otra. Uno de ellos, Josep Ramon Mòdol, de 34 años y 15 de militancia, destacó la idoneidad del experimento.
Información elaborada por Lluís Visa, Maiol Roger y Natalia Iglesias.
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