Pintor: "Mi generación fue ninguneada"
"Me impone respecto, casi miedo, no estar a la altura, no sólo literaria, si no biográfica, de los que han ganado antes el premio". El escritor Xosé Vázquez Pintor (Melide, 1947) se refiere al galardón O escritor na súa terra, concedido por la Asociación de Escritores en Lingua Galega (AELG) y que esta mañana él recibe, precisamente, en su villa natal de Melide.
La nómina de autores distinguidos en ediciones anteriores -Avilés de Taramanco, Uxío Novoneyra, Luz Pozo o Manuel Lourenzo- provocan la reflexión, a medio camino entre el miedo escénico y la admiración, de Vázquez Pintor. "Ellos demostraron una lealtad, una honestidad con el país, con esa ensoñación que es Galicia", explica, "que a mí sólo me queda pedir más años para poder hacer las cosas aún mejor".
La ubicación de Xosé Vázquez Pintor, y de su generación, en la literatura gallega escapa de primeros planos y no resulta evidente. Surgido a la sombra del socialrealismo con libros de poemas como Gándaras (1971) o Terra e Pan (1975), el autor de A memoria do boi (2000) se fue separando de una corriente ya declinante. Recuerda a Margarita Ledo, "por fin reconocida con su entrada en la Academia", o a Farruco Sesto Novás, "que llegó a ministro [de Cultura en Venezuela]". "Fuimos silenciados, ninguneados, durante los 80, cuando no aparecíamos en las antologías", dice, "pero, al final, resultó positivo: fue tiempo de reflexión, de autoprobatura, y terminamos por encontrar una escapatoria hacia la luz".
Pero Vázquez Pintor insiste en definirse como "aprendiz". "Mi experiencia más satisfactoria como escritor la viví durante la elaboración de Os vellos oficios [una trilogía etnográfica]", rememora, "cuando conocí a los viejos oficiantes: los canteiros de Cerdedo o los telleiros de O Rosal, de los que aprendí un compromiso por la lengua". Para Xosé Vázquez Pintor "es malo hablar de edades de oro de la literatura, incluso es peligroso porque es mentira: nunca hubo edades de oro en ninguna literatura; simplemente es un momento óptimo para la esperanza de seguir viviendo con el idioma".
Los actos de O escritor na súa terra dedicados al novelista de Para dicir abril (2008) comienzan hoy a las 11.30 en los jardines de la capilla de San Roque en Melide. Dos horas más tarde, el escritor Ramón Caride Ogando pronunciará la laudatio del homenajeado en la sala de plenos del Ayuntamiento.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.