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Reportaje:EUROCOPA 2008 | Portugal-Turquía

Scolari pesa más que Ronaldo

El seleccionador portugués se resiste a dar al delantero la libertad en el ataque que tiene en el Manchester United

Aunque le disguste, Cristiano Ronaldo acata las órdenes del seleccionador, Luiz Felipe Scolari, que le limita a jugar por la banda, cualquiera de ellas, porque los extremos de Portugal están obligados a intercambiar sus posiciones constantemente. Él preferiría actuar como en el Manchester United, en el que arranca desde el centro para barrer todo el frente de ataque convirtiéndose en un goleador inesperado. Scolari, sin embargo, encontró un esquema muy productivo tanto en la Eurocopa de Portugal 2004, en la que fueron subcampeones, como en el Mundial de Alemania 2006, semifinalistas, y no renuncia a él por mucho que le moleste al jugador más deseado del planeta.

Portugal se enfrenta hoy a Turquía (20.45, Canal +) en esa disyuntiva. Superados los cinco años en el cargo, Scolari, brasileño de 59 años, controla el vestuario y conserva la popularidad entre la hinchada. Sus jugadores son los que él ha llevado a la selección completando una renovación paulatina por la que ya no queda ni uno solo de los campeones juveniles del mundo de 1989 y 1990: el último en claudicar ha sido Figo. El presidente de la federación, Gilberto Madaíl, reconoció ayer en el periódico luso Público que estuvo a punto de echar a Scolari tras el puñetazo que éste asestó a Dragutinovic tras un partido ante Serbia en septiembre de 2007. Los jugadores portugueses frenaron la destitución.

No juegan todos para él, como en el conjunto inglés, sino que es una pieza más
"Mentalmente, perder la final de 2004 tuvo un efecto positivo", asegura el técnico
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Mientras tanto, la crítica le pide a Scolari que retire de la alineación a un delantero errático como Nuno Gomes, adelante a Ronaldo a esa posición y permita la entrada de uno de los dos hipnóticos extremos que se van a quedar fuera: Nani o Quaresma. Ronaldo sólo marcó un gol en cinco partidos en el Mundial de Alemania, si bien consiguió ocho en la clasificación para la Eurocopa. Scolari repite el mismo esquema: 4-2-3-1. Simão ocupa uno de los picos y Ronaldo el otro sin la libertad ni el protagonismo que tiene en el Manchester. Ya no juegan todos para él como en el conjunto inglés, sino que, en un equipo que trata de llevar la iniciativa, es una pieza más. No la más importante. Esa función se reserva a Deco, encargado de abrir las defensas a través del pase certero. Tras una campaña tan gris en el Barça, su estado de forma será una de las claves del torneo.

Como puntos fuertes, Portugal ofrece un cuarteto de alas invencible: Ronaldo, Simão, Quaresma y Nani, además de la pareja de centrales más rápida y contundente del torneo: Carvalho y Pepe. Por el contrario, se adivinan cuatro puntos débiles. El primero es el portero, Ricardo, que viene de recibir 43 goles con el Betis y de ser el más goleado de esta Eurocopa. El segundo problema es ya crónico: el lateral izquierdo. Sólo hay un zurdo que pueda cubrir esa posición, Jorge Ribeiro, hermano de Maniche, pero no le alcanza para ser titular. Lo será el diestro Ferreira.

La ausencia de Maniche ha sido la gran sorpresa en la convocatoria de Scolari. Aunque haya participado poco en el Inter, tampoco Portugal va tan sobrado de medios centro. De hecho, va a jugar Petit como medio defensivo pese a su pobre campaña en el Benfica. Por delante, una agradable novedad en el Sporting de Lisboa, Moutinho: un 8 pequeño e inteligente, dotado para imprimir ritmo e intensidad. Por último, el goleador frustrado. Scolari ha traído a tres: Postiga, Nuno Gomes y Hugo Almeida, sin que ninguno invite al optimismo. Tienen la peor media anotadora de la Eurocopa.

No obstante, Scolari asegura que Portugal es mucho mejor que hace cuatro años: "Somos muy fuertes mentalmente. Perder la final de 2004 tuvo un efecto positivo en nosotros". El técnico brasileño siempre ha sacado rendimiento. Desde el Gremio y el Palmeiras, campeones de la Copa Libertadores, pasando por la selección brasileña y la portuguesa. Precisamente con Brasil se proclamó pentacampeón mundial con un 3-2-4-1 en 2002 aprovechando la fluidez de sus dos laterales, Cafú y Roberto Carlos, que ejercían al mismo tiempo de mediocampistas junto a Rivaldo y Ronaldinho. Y, claro, como Portugal carecía de laterales largos y le sobraban extremos, Scolari cambió el dibujo. Y aseguró que no lo negociaría ni con el mejor futbolista del momento.

Luiz Felipe Scolari.
Luiz Felipe Scolari.AP

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