Otro parche
No tenemos médicos y ahora hay que ir a buscarlos fuera, deprisa y corriendo y sin homologar, que llega el verano. Nuestros insignes políticos nos aseguran que ahora sí diseñarán un plan para los 15 años venideros, para que no haya estos descalabros. ¿Y qué han hecho durante estos años?
Traer médicos de fuera es pan para hoy y hambre para mañana, sencillamente porque el problema no se soluciona. No es que se formen un número insuficiente de médicos, ¡no!; ni de especialistas, ¡no!, sino que los que se forman se marchan, huyen -nadie ha previsto que los médicos se jubilan como cualquier hijo de vecino- no sólo a otros continentes u otros países como Estados Unidos, el Reino Unido, Portugal o Suecia, sino a otras comunidades limítrofes, como ocurre en Cataluña.
¿Las causas? Diferencias salariales de 1.000 euros mensuales entre comunidades autónomas, presión asistencial menor, tiempo para investigación... y un largo etcétera. Si nosotros formamos médicos y los que se forman se van, ¿quién nos asegura que los que vengan de Perú, Colombia, Ecuador o Polonia no se marcharán a los países vecinos, durante los próximos 15 años.