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Columna
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Socialistas a la greña

Sevilla es la joya del socialismo español. Dos veteranos militantes se disputan el liderazgo de 15.829 afiliados.

Uno, José Antonio Viera, aspira a ser reelegido como secretario general en el congreso provincial del 19 de julio. Otro, Alfredo Sánchez Monteseirín, ha renunciado a cargos orgánicos provinciales. Pero en torno a su persona se aglutinan destacados dirigentes del PSOE capitalino, como la consejera de Justicia, Evangelina Naranjo, y el delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Sevilla, Demetrio Pérez. Este último estudia encabezar una lista alternativa a la de Viera.

Monteseirín y Viera llegaron a la presidencia y a la secretaría general respectivamente en el congreso de 2004 a petición de la dirección regional del partido, que pretendía cerrarle el paso a otro histórico en horas bajas, José Caballos.

Cuatro años después, aquel matrimonio ha devenido en divorcio.

Con el fin de evitar una nueva batalla en el socialismo sevillano, Monteseirín renunció a formar parte de la nueva ejecutiva provincial. En aras de "dar paso a nuevos liderazgos", pidió a Viera que hiciera lo mismo. Éste hizo caso omiso.

Y comenzaron las asambleas locales. Los militantes han elegido a los delegados que habrán de decidir quién es su nuevo secretario general. El primer asalto lo ha ganado Viera: de 429 delegados provinciales, ha conquistado 327 (76%). Por el contrario, Monteseirín controla la capital: se lleva 74 de los 117 delegados (63%); Viera consigue 37 (31%). Caballos logra el resto.

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En resumen: Viera controla la provincia y Monteseirín la ciudad en la que es alcalde.

Sus trayectorias políticas tuvieron un arranque parecido. Viera, a los 37 años, fue elegido concejal de Tocina. Monteseirín, a los 22 años, logró su acta en Burguillos. Después de eso, sus caminos siguieron derroteros muy distintos.

Viera, profesor de enseñanza secundaria, inició una fructífera carrera en cargos de designación institucional: delegado de dos consejerías en Sevilla, delegado del Gobierno central, consejero de Empleo y presidente de Cartuja 93.

Monteseirín, médico de profesión, lleva desde las primeras elecciones democráticas en 1979 consiguiendo acta de concejal en distintos pueblos: Burguillos, La Rinconada, Mairena y por último, Sevilla, donde ha ganado las tres últimas elecciones. Es el alcalde que más tiempo ha permanecido en el sillón de la capital en toda la democracia.

¿Por qué disputan Viera y Monteseirín?

En las elecciones de 2007, Viera fue de número dos en la lista de Sevilla capital. A los 12 días de las elecciones, se fue. El ex consejero pretendía ser un alcalde bis. No pudo ser. Alcalde sólo hay uno. Desde el puesto de secretario provincial, Viera intentó hacerle la vida imposible a Monteseirín. A esa situación es a la que el alcalde quiere poner fin. Que sean otros quienes lideren el partido en la provincia.

El asunto va más allá de una simple batalla por controlar el partido. El tema a debatir es si el liderazgo social, conquistado en las urnas, debe estar sometido al liderazgo partidista.

El congreso federal del PSOE, que se celebra dos semanas antes que el sevillano, parece acudir en defensa de Monteseirín. La ponencia marco del 37 Congreso dice en el punto 383: "En la actualidad existen grandes ciudades donde el PSOE no cuenta con una dirección política que se corresponda con el municipio de referencia. Esto produce un vacío en la política municipal". Por ello, propone la creación de comisiones ejecutivas municipales para las grandes ciudades, como Sevilla, que cuenta con 4.669 militantes. Su misión será la de "asumir todas las competencias políticas y orgánicas en el municipio".

Si eso se aprueba finalmente, Sánchez Monteseirín tendrá un escudo protector ante el aparato provincial. Parece lógico que quien controla política y electoralmente la ciudad sea quien rija los destinos de ésta. Por lo menos, hasta las próximas elecciones municipales.

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