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Entrevista:JUAN TAMARIZ | Mago

"Con las cartas tengo relaciones lúbricas"

Pregunta. ¿Es el mejor mago del mundo?

Respuesta. No [ríe]. Soy el más elegante. Está a la vista.

P. ¿La ventaja de ser mago es que puede uno ligarse a Claudia Schiffer?

R. No es la ventaja, porque cuando me la ligué por primera vez fue por la mirada. No necesité nada más. Luego ya vino David [Copperfield], con el que tengo mutua admiración y cariño.

P. ¿Usted tiene poderes?

R. El de reencarnarme a voluntad. Llevo tres de mago. Y he pedido una más de mago y otra de pianista. Y he sido Pato Donald hace cuatro reencarnaciones.

P. Pues le veo más bien Tío Gilito: forrado, trotamundos y con chistera.

R. No, nada, nada. Ahora estoy de Juanillo.

P. ¿Esto del PP tiene truco?

R. Hombre, yo creo que tiene truco, pero se ve la trampa.

P. Pues lo de Rajoy debe de ser magia, porque consigue que le crezcan los enanos.

R. Le crecen los enanos, sí.

P. ¿Por qué los magos siempre despedazan señoritas?

R. Y las magas despedazan señoritos. Pero es cierto que hubo una época que era como usted dice. Ahora se despedazan mutuamente.

P. Usted, en vez de con mujeres, ¿no podría intentarlo, por ejemplo, con el cardenal Rouco?

R. Lo que pasa es que con la Iglesia hemos topado. Y se recompone instantáneamente.

P. Campeón del Mundo de Cartomagia. ¿No le ha llamado Solbes para que le haga un truquito con el IPC?

R. No sé si sólo Solbes, porque en los países a los que he viajado últimamente parece que también hay tambaleo abundante con la economía.

P. Paul Preston dice que el Mago de Oz era como Franco.

R. Si le digo la verdad, no sé quién era Franco. Se me ha olvidado absolutamente.

P. En televisión fue Don Estrecho. ¿Y en la vida misma?

R. Fui Don Estrecho porque me lo pidió Chicho Ibáñez Serrador. Pero en la vida real soy todo lo contrario.

P. ¿Qué le gusta, magias aparte?

R. El sexo. Pero no mágico: puro y duro. Soy como los monos. No paro. De ilusión también se vive.

P. ¿Y esa frase de "Los naipes son mi amor apasionado"?

R. Tengo con ellos relaciones concupiscentes, lúbricas y, en algún momento, sádicas.

P. Son su vicio solitario.

R. [Ríe] No contesto.

P. ¿Le importaría adivinarme el teléfono de George Clooney?

R. Apunte: 234.26.28. Pero no veo por qué el de George Clooney pudiéndole dar el mío. Es la primera mujer que me pide el teléfono de otro.

P. ¿Hay más tahúres en el Parlamento o en la Conferencia Episcopal?

R. En la política hay cierta parte, aunque no generalizaría; en la Conferencia Episcopal, sí.

P. Cuando le preguntan a quién haría desaparecer siempre dice que a Bush. ¿Y de la política española?

R. Me hace gracia que sea tan ingenua que crea que Bush no pertenece a la política española. Y luego, ¿Aznar ya desapareció o no? Nada malo a su persona. Pero que no influya.

P. ¿Le han pillado robando un reloj o una cartera y luego ha dicho que era un truco?

R. No, porque no uso reloj ni cartera. Pero me han pillado robando corazones.

P. Su magia se estudia en algunas universidades norteamericanas. ¿Tienen manga ancha?

R. Tienen la manga ancha o no tienen nada que hacer y pierden el tiempo conmigo.

P. ¿Qué es lo que más le satisface de su trabajo?

R. Las sonrisas, las caras de alegría o pasmo de los demás. La sorpresa.

P. ¿Es rentable vivir de hacer trampas?

R. El mago nunca hace trampa. Es el único ser de la humanidad que no puede engañar. Porque si yo empiezo avisando de que lo que voy a hacer no va a ser verdad, ya no puedo engañar. Por tanto, no engañamos.

P. O sea que es usted capaz de jugar limpio.

R. Bueno, hay veces que me ducho antes de jugar, si ésa es la pregunta.

P. ¿Cuál ha sido la magia más grande que ha hecho en toda su carrera?

R. Sinceramente, creo que la de los hijos. Suena a topiquillo, pero yo soy una madraza impresionante.

P. ¿Hasta cuándo seguirá con sus trucos?

R. Empecé con las cartas a los seis años. Ahora tengo 65. Y calculo que en otros 65 yo ya lo dejo.

P. ¿Y si le pido que se concentre y me haga desaparecer los michelines?

R. ¿Qué michelines? Bueno, reconozca que me ha salido bordado esta vez, en la última pregunta.

Juan Tamariz, fotografiado en el teatro madrileño donde estrena espectáculo el próximo martes.
Juan Tamariz, fotografiado en el teatro madrileño donde estrena espectáculo el próximo martes.CLAUDIO ÁLVAREZ

Perfil

Tiene 65 años y cuatro hijos, y empieza la entrevista haciendo una demostración de cómo dar la vuelta a una carta sin tocar el mazo, "con el suave aleteo de la sombra de la mano". Su mayor pasión es la música -flamenco, jazz, clásica, folklórica-, y le gusta muchísimo viajar, conocer gente de otros lugares y ver sus dolores y alegrías. Cuenta que no cree en los premios, y asegura que cuando le han dado alguno es porque mandó jamones al jurado. Seguro que tiene truco.

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