Esquerra echa un capote a Hereu y evita su reprobación

Un pasito más. Jordi Portabella tendió ayer la mano al alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, y evitó que prosperase una reprobación al gobierno municipal. La proposición del Partido Popular -apoyada por CiU- criticaba el primer año del gobierno municipal y la "parálisis" del Ayuntamiento de Barcelona. El líder republicano argumentó su voto en contra de la iniciativa del PP alegando que ERC quiere contribuir con propuestas positivas para la ciudadanía y no con "el todo va mal", que fue la tesis mantenida por los otros dos partidos de la oposición.

Toda una ceremonia del acercamiento entre el bipartito y Portabella que se está escenificando paso a paso en los últimos meses con mensajes cruzados de un posible entendimiento para estabilizar el gobierno en minoría.

Alberto Fernández Díaz, presidente del Partido Popular en el Consistorio, fue el más duro a la hora de describir el primer año del mandato: "Este es un gobierno cataléptico porque está vivo pero no se mueve". Y desgranó la falta del programa municipal, del plan de inversiones y de los planes de los distritos. Fernández Díaz echó en cara a Hereu que su gobierno esté a la sombra del de la Generalitat y la Administración central: "Usted tiene que defender los intereses de la ciudad, no los de su partido".

Esta alusión fue contestada directamente por Hereu: "Yo que usted me centraría en la situación de su partido, que parece que no es muy buena". Desde CiU, Xavier Trias también se sumó al suspenso del primer año de mandato: "Ha sido un año perdido, sin dar respuesta a los problemas. Todo un modelo de escaparate y de propaganda". El bipartito hizo piña defendiendo su gestión.

Ricard Gomà, desde ayer segundo teniente de alcalde de ICV-EUiA en sustitución de Imma Mayol, fue el más concreto en la defensa. "Se han aprobado planes sociales importantes, se ha aprobado una importante contrata de limpieza, se ha aprobado un incremento de la Guardia Urbana. Se han aprobado muchas cosas que se notan en el día a día de la ciudad. Por cierto, muchas de ellas con los votos de cuatro de las formaciones del consistorio", puntualizó. Y ante las críticas de que la falta de mayoría ha imposibilitado aprobar el programa municipal, el primer teniente de alcalde, Carles Martí, aseguró que eso se verá en julio. En respuesta a la crítica de inacción, Martí replicó al PP que siempre dice lo mismo: "Lo llevan diciendo los últimos 30 años, pero el resultado es que no ganan las elecciones".

El de ayer fue un plenario bastante menos belicoso que los de los meses precedentes. Tanto en el tono de los debates como en el hecho de que se aprobaran diferentes mociones presentadas por la oposición. La de más calado fue la de CiU sobre la financiación que debe desarrollarse con la Carta Municipal y que fue apoyada por todos los grupos. Los nacionalistas propusieron buscar la forma de mejorar la financiación dentro de la comisión municipal y elaborar una estrategia para lograr una mayor participación de la ciudad en los impuestos estatales: IRPF, IVA e impuestos especiales.

También hubo acuerdo, salvo por el PP, en otra propuesta de ERC en materia de educación. Concretamente, en instar al consorcio de Educación de Barcelona a que garantice una distribución equitativa del alumnado inmigrante entre todos los centros.

El bipartito, CiU y el PP -ERC se opuso- aprobaron una modificación del reglamento para reconocer el trabajo que hacen los consejeros de los distritos. Este reconocimiento será en forma de sueldo, mayor para los que tengan plena dedicación -10 del total de 60- y menor para los restantes 50, que se dedican a tiempo parcial.