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Entrevista:JODY WILLIAMS | Premio Nobel de la Paz

"Es una victoria para la humanidad"

Andrea Rizzi

Jody Williams (Vermont, EE UU, 1950) lideró en los años noventa la campaña mundial para la prohibición de las minas antipersona. Su labor, que llevó a la adopción de un tratado firmado por 150 países, fue reconocida en 1997 con el Premio Nobel de la Paz. Una década después, en conversación telefónica desde Dublín, Williams celebra el acuerdo alcanzado para vetar las bombas de racimo, "esta nueva victoria para la humanidad", tras una campaña en la que ha estado implicada.

Pregunta. ¿Satisfecha?

Respuesta. Pienso que lo que ha ocurrido en Dublín es una nueva victoria para la humanidad. El tratado es extremadamente restrictivo, prohíbe todos los tipos de bombas de racimo que han sido utilizados hasta ahora. Es un logro tremendo. No es perfecto. Pero es un tratado que tendrá un gran impacto sobre el terreno.

P. Estados Unidos no participó en las negociaciones. ¿Qué papel ha jugado?

R. EE UU ha sido el elefante que no está en la habitación. En lugar de participar y negociar, ha ejercido una intensa presión sobre Gobiernos de todo el mundo para incluir o sacar cosas del tratado. Desde mi punto de vista, no ha tenido éxito. Sus aliados empujaron. Japón, Canadá, Holanda, Australia... Pero, en general, creo que no han logrado lo que querían. La posición del primer ministro británico [que anunció la renuncia del Reino Unido a las bombas de racimo] ha sido importante.

P. Pero algo se ha cedido en tema de cooperación con países que seguirán utilizando esas bombas, como Estados Unidos.

R. Nos habría gustado un lenguaje más duro en este punto, que ha quedado definido con ambigüedad. No pudimos empujar más en ese apartado. La presidencia irlandesa puso sobre la mesa un borrador de o lo tomas o lo dejas. Todos tuvieron que renunciar a algo. Pero todos ganamos.

P. Hay avances en tema de asistencia a las víctimas.

R. Eso es algo histórico. En el tratado sobre minas había un reconocimiento de los derechos de los supervivientes. Pero el lenguaje era vago, no forzaba verdaderamente los Estados a tratar con ellos. En este tratado, no hay vaguedad. Víctimas y superviviente son definidas claramente. Exige a los Estados tomar medidas para cuidar de los supervivientes.

P. ¿Es realista pensar que los grandes ausentes, EE UU, Rusia y China, se dejarán condicionar por este acuerdo?

R. Tengo que utilizar el ejemplo del tratado sobre minas. Ese acuerdo estableció una amplia prohibición. Eso estigmatizó el arma. Incluso países que no han firmado se sienten avergonzados a usar minas. EE UU no usa minas desde la primera guerra del Golfo, en 1991. No ha vuelto a producirlas desde 1995. Está destruyendo sus arsenales. China ha parado su producción de minas para exportación. La importancia de tratados de esta amplitud es que estigmatiza un arma, hace más complicado utilizarlas.

P. ¿Su próxima campaña?

R. Abolición de las armas nucleares.

P. Usted ha probado ser muy eficaz, pero esta batalla parece más complicada.

R. ¡Estoy de acuerdo!

Jody Williams
Jody Williams

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Sobre la firma

Andrea Rizzi
Corresponsal de asuntos globales de EL PAÍS y autor de una columna dedicada a cuestiones europeas que se publica los sábados. Anteriormente fue redactor jefe de Internacional y subdirector de Opinión del diario. Es licenciado en Derecho (La Sapienza, Roma) máster en Periodismo (UAM/EL PAÍS, Madrid) y en Derecho de la UE (IEE/ULB, Bruselas).

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