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Moción de censura al alcalde socialista de Calvos de Randín

4 tránsfugas del PP y uno del PSOE firman la propuesta

Una ovación cerrada, llantos y vítores de en torno a 150 vecinos de Calvos de Randín despidieron ayer al regidor, el socialista Aquilino Valencia, de la alcaldía. Valencia había convocado para ayer una moción de confianza con la que pretendía poner en evidencia la moción de censura anunciada por los cuatro ediles del PP y del que fuera teniente de alcalde de su grupo, José Manuel Andrade.

Éste se pasó hace ahora dos meses al grupo de los no adscritos y a mediados de mayo siguieron su camino los cuatro ediles del PP, en una operación que dejó a este partido sin representación alguna en el ayuntamiento orensano. Desde ese limbo municipal los cinco tránsfugas anunciaron una moción de censura que el PSOE tildó de "marrullera" y atribuyó al presidente provincial del PP, José Luis Baltar, que se ha desmarcado de la operación reiteradamente. "En cuanto presenten la moción de censura, serán expulsados del partido", amenazó ayer el máximo responsable del partido en la provincia.

Y ayer mismo, a mediodía, los cuatro escindidos del PP registraron en el Ayuntamiento la propuesta de censura, que se debatirá el 10 de junio, evitando de esa forma comparecer en la moción de confianza planteada por el alcalde. Los ex concejales populares adujeron, en un comunicado, que se les había negado el acceso a la documentación que el regidor iba a presentar en la sesión con la que "sólo pretende generar un clima de crispación en el municipio".

Ayer, Valencia leyó, en una larga intervención, diez puntos sobre su gestión que ponían en evidencia las políticas de los consecutivos gobiernos municipales de más de 20 años presididos por dos de los cuatro tránsfugas del PP. "El último alcalde, Antonio Rodríguez, no nos dejaba hablar en los plenos y cuando nosotros, que sí lo dejamos hablar, le establecimos un turno, se fue diciendo que era una dictadura".

"La propuesta más grande que me hice al llegar a la alcaldía fue acoger a todos los vecinos y que no tuvieran que pedir nunca más de favor en la delegación de Caixanova [en donde es director el ex alcalde] las gestiones", proclamó el todavía alcalde puntualizando que ni él ni el resto de los ediles de su grupo cobraban sueldo del ayuntamiento. El regidor del municipio ourensano aseguró que la maniobra de los cinco concejales, incluido el que se presentó bajo sus mismas siglas", persigue "intereses particulares y no el bien del pueblo" y advirtió a los firmantes de la moción de que "acabarán pagándolo en las urnas". "Seguiremos defendiendo a los vecinos desde la oposición", anunció entre el aplauso cerrado de los asistentes, incluidos todos los cargos institucionales del PSOE en la provincia.

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