El choque de dos modelos similares
La salida de Irizar y Ampo de MCC les libera de la solidaridad interna.- Mondragón considera que el sistema de Saratxaga funciona en su grupo
Nunca las "personas" habían estado tan de moda en la economía como en los últimos diez días. La cooperativa Ambo ha decidido abandonar la casa madre, el grupo Mondragón (MCC), en el nombre de un modelo que dice basarse en las personas. Previsiblemente, hoy lo hará también Irizar. El problema aparece a la hora de intentar averiguar qué se esconde detrás del debate y saber hasta qué punto Irizar o Ampo no encajan en el modelo Mondragón.
El sistema de Irizar prima más la autogestión de los cooperativistas
La respuesta no es fácil ya que el modelo de gestión corporativo de MCC también se basa en las "personas", aunque trabajando "en cooperación". El éxito de Ampo o de Irizar es incuestionable, pero también lo es el de Fagor Electrodomésticos, Orona y una larga lista de cooperativas. Además, los buenos resultados de las que se van han estado siempre ligados al grupo y nadie ha limitado su modelo de gestión. De hecho, la corporación creó la división Goikide para que las dos que se van, más Urola, que trabaja en el sector del plástico, aplicaran sus particularidades en la gestión.
Esto no ha sido suficiente y se ha producido el abandono. El pasado año, Mondragón renovó su modelo de gestión en un debate abierto entre todas las cooperativas. La participación fue general, e incluso un dirigente de Irizar estuvo en las mesas de trabajo, en las que también participaron miembros de Ampo. Su modelo se aceptó, junto a los de otras cooperativas que defendían métodos de gestión propios. El pasado miércoles, José María Aldecoa, presidente de Mondragón, quiso dejar claro que el modelo corporativo es abierto y que el sistema de Irizar o Ampo cabe perfectamente dentro de su estrategia.
Detrás del proyecto de los que se van está Koldo Saratxaga, el hombre que sacó a Irizar de la crisis y la puso entre las empresas más potentes de su sector. Saratxaga acudió a la asamblea en la que Ampo decidió su salida. Su ruptura con la corporación ha vivido enmascarada los últimos meses hasta que la situación ha llegado a un límite de insostenibilidad.
Las particularidades del modelo Irizar es la llamada autogestión, más presente que en otras cooperativas: equipos en los que los socios trabajadores deciden sobre elementos de su trabajo. Un modelo que ha funcionado bien, pero no es el único que ha dado resultados extraordinarios en MCC.
La salida de la corporación, sin embargo, tiene dos elementos interesantes en la definición del modelo. Si MCC no impide el desarrollo del proyecto Irizar, lo que se pierden son dos de los principios básicos: la solidaridad retributiva y la intercooperación. El primero establece mecanismos de igualación salarial entre las cooperativas; el segundo supone la colaboración para realizar proyectos de inversión y desarrollo (un 10% del beneficio), como la universidad o el gasto en investigación.Las cooperativas que más ganan más aportan y salir de MCC supone liberarse de estas cargas extra. Esto no impide que ambas cooperativas deban, como el resto, destinar un 2% de sus beneficios a obras sociales, como marca la ley.
En cualquier caso, la opción de irse es libre y los cooperativistas de Irizar y Ampo no han hecho otra cosa que ejercer su derecho. Además, la marcha de MCC no implica la salida de Lagun Aro, al que pertenecen otras cooperativas del grupo y que sustenta el sistema de pensiones de los cooperativistas.
El "daño moral", en palabras de Aldecoa, se ha hecho, y el eventual regreso a MCC ya no depende sólo de los que se van, sino también de los que se quedan.
Dos proyectos independientes
- Irizar. Es un proyecto empresarial con un sistema de autogestión. Construye autocares de lujo (es líder en España y segunda en Europa). Su actividad comercial se extiende a 71 países. La cooperativa está integrada por 731 personas en Ormaiztegi. El grupo cuenta con nueve filiales en el extranjero y 3.000 personas. La facturación asciende a 435 millones. El despegue de Irizar, cuyo origen se remonta a 1889, se produce a partir de 1992, gracias las acciones de salvamento lideradas por Koldo Saratxaga, incorporado entonces como director general, que puso en marcha un proyecto de liderazgo compartido. Su estrategia principal es "fidelizar a los clientes" con valores clave como la calidad, el servicio, el coste o la seguridad, siempre en un marco de constante innovación. La gestión se hace a través de equipos multidisciplinares.
- Ampo. Es una empresa fundada en 1964 que centra su actividad en la fundición y la valvulería. Da empleo a 510 personas y factura 180 millones de euros. Cuenta con dos fábricas en Idiazabal, una dedicada a las válvulas y otra de fundición. Participa del mismo modelo de gestión de Irizar, donde prima la autogestión. Su asamblea ha aprobado ya su salida de MCC y cuenta como asesor principal a Koldo Saratxaga, antiguo gestor de Irizar a la que transformó en una multinacional. Pertenecía, junto a Irizar y Urola, a la división Goikide de MCC.
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