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Una explosión destapa a un grupo francés que atentaba contra radares de carretera

Una explosión, poco después de la medianoche del martes, en un apartamento de Chlichy-la-Garenne, al norte de París, ha desvelado el misterio de la Fracción Nacionalista Armada Revolucionaria (FNAR), un extraño grupúsculo con contradictorios trazos de extrema derecha y derivas ultranacionalistas que desde el pasado mes de septiembre ha reivindicado hasta 10 explosiones en radares de control de velocidad de carretera. El FNAR exigía al Estado cuatro millones de euros y que acabara con la represión contra los automovilistas.

"Soy de la FNAR", dijo a los servicos médicos que le socorrieron Frédéric R., un cartero de 29 años que se encuentra en estado muy grave y ha perdido ambas manos tras explotarle la bomba que estaba manipulando. Según el fiscal de París, Jean-Claude Marin, el herido podría ser el único miembro de este oscuro grupúsculo que el pasado mes de marzo envió una carta a la revista Paris Match reclamando cuatro millones de euros al Estado para dejar de destruir los radares, al tiempo que exigía el fin de la "represión contra los automovilistas", la expulsión de todos los extranjeros en situación ilegal, medidas para relanzar la natalidad y un descenso de la represión y de la fiscalidad.

La policía lo describía ayer como "un chico solitario que entró en esta deriva, pero no habría creado una red de apoyo". Sin embargo, a media mañana los agentes detuvieron a una segunda persona, igualmente empleado de correos y que vivía en el mismo edificio.

La ministra del Interior francesa, Michèle Alliot-Marie, explicó que en el domicilio del herido se encontraron libros y DVD relativos a la II Guerra Mundial, un ejemplar del Mein Kampf y un DVD sobre Adolf Hitler, y otro sobre la vida de Stalin. En la nevera había tres fiambreras ya preparadas conteniendo un explosivo "extremadamente inestable", según la ministra, que se puede fabricar a partir de productos en venta libre como el oxígeno y el amoniaco. También había cables y todo tipo de indicios que relacionaban al joven cartero con la destrucción de radares de control de velocidad en las carreteras.

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