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Reportaje:

El salón de la crisis

La venta de coches cae más del 30% en los días transcurridos de mayo

La mayor parte de las fábricas de automóviles instaladas en España se encuentran a plena producción y si la demanda europea continúa al mismo ritmo en los próximos meses, a finales de año se habrá batido un nuevo récord superando por cuarto año los tres millones de automóviles.

Al mismo tiempo, en los cuatro primeros meses del año, las ventas a particulares el mercado español ha caído un 20% y en los 20 primeros días de mayo superan el 30%, "una cifra que nos ha sorprendido a todos", señala el presidente de Ford España, José Manuel Machado.

En ese contexto ha abierto sus puertas la séptima edición de Salón del Automóvil de Madrid, en la que se ha dejado notar la situación con la ausencia de algunas marcas generalistas como Opel y Fiat y otras más exclusivas como Saab, Ferrari, Porsche, Bentley...

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Una ausencia que según la directora del Salón, Marta Peraza, no tiene nada que ver con los precios del mismo, que son "absolutamente comerciales. Somos, con mucha diferencia, el más barato de todos los que conozco. Desde el primer momento nuestros precios son más que competitivos. Estamos un 30% por debajo del siguiente salón".

Pero el alquiler del espacio en las instalaciones feriales no es el único capítulo de costes a los que se enfrentan las marcas cuando deciden participar en este tipo de eventos. Mobiliario, traslados internacionales, subcontrataciones de todo tipo... terminan colocando la cifra total de gastos entre dos y tres millones de euros en el caso de Madrid.

Una cantidad que algunas firmas piensan que se podía repartir entre varias acciones de menores dimensiones pero más específicas y quizá más rentables económicamente, ya que la dimensión comercial del mismo es muy limitada. "Apenas se venden coches y no son más que ventas adelantadas de los concesionarios de la zona", señalan en las marcas.

Una solución intermedia, como es la de reducir el espacio de sus exposiciones y los costes totales de su presencia es una práctica poco habitual ya que "nadie quiere aparecer junto a su competencia más directa con una presencia más pobre", aunque, según Marta Peraza, hay algunas marcas que ya lo han hecho este año, "con buenos resultados. Han alquilado menos superficie a pesar de lo cual han quedado muy bien. Les hemos dado todo tipo de facilidades para su ubicación. Tenemos que adaptarnos a los tiempos que corren y creo que se puede conseguir lo mismo, a lo mejor, con menos superficie".

Además, los salones de este tipo suponen una gran oportunidad para las marcas que no disponen de una amplia red de concesionarios distribuidos por el territorio español y que de esta manera se codean con las marcas generalistas con mayor implantación.

De cualquier manera, la reducción o no de espacios y del esfuerzo en general que realizan las marcas se podrá comprobar el próximo año por estas fechas, en el Salón de Barcelona. España es, junto con Suiza, los únicos países europeos que mantienen una feria automovilística anual: los años pares en Madrid y los impares en Barcelona.

Para entonces ya se habrán asumido los resultados finales de un ejercicio que a estas alturas y con los datos que se están registrando este mes, aparece como uno de los más imprevisibles de los últimos años.

Para entonces se sabrá también el papel que el nuevo ministro de Industria, que inauguró oficialmente el pasado jueves el Salón de Madrid, haya decidido interpretar en sus relaciones con el sector.

Para esas fechas es de esperar también que se haya alcanzado un mayor nivel de integración en un sector que, con la excepción en la demanda de un nuevo plan Prever, parece cada vez más diluido a la hora de defender sus intereses. El próximo 19 de junio se inicia el relevo en la presidencia de Anfac, la asociación, "que no patronal" insisten reiteradamente, de los fabricantes. Su sustituto, sobre el que tendrán que llegar a un acuerdo, podría traer nuevos aires de integración sectorial a través de CEOE o defender las posiciones actuales. En la anterior elección, hace dos años, José Manuel Machado, se posicionó como candidato y podría ser ahora su momento si salva el escollo de las marcas que aún no han desempeñado esa presidencia.

Se sabrá también entonces si ha pasado el "momento dulce" de la producción en España y si ha resistido la red de concesionarios, auténticos sufridores de la situación actual a la que se enfrentan al mismo tiempo con una reducción de las ventas y un menor precio medio de los coches, lo que supone una reducción de los márgenes de beneficios sobre la facturación, que ya no alcanza el 1% en la mayoría de los casos.

El vicepresidente ejecutivo de Toyota en España, Daniele Schilaci, comentaba en el ámbito del Salón que la opinión generalizada entre sus colegas era que a final de año la reducción de las matriculaciones se situaría entre el 12% y el 13% respecto a las registradas en 2007. Para algunos, como el presidente de Ford España, podrían ser superiores incluso y situarse en torno al 20%.

En lo que sí que coinciden ambos es en el peso que está teniendo en esta caída la actitud de las entidades financieras -en España se financian cerca del 80% de las compras de automóviles- al establecer condiciones difíciles de superar para los solicitantes. "No es que la gente no quiera comprar coches, sino que no se les está dando la financiación necesaria", señala Machado.

Si a eso añadimos que la inflación ha superado en España el 4% y la industria automovilística ha de competir con países europeos con cifras sustancialmente más bajas, los nubarrones sobre el sector van a permanecer más tiempo del deseado.

No hay que olvidar que incluso para las marcas que fabrican en España y que exportan el 80% de su producción, el mercado doméstico es muy importante ya que traen aquí sus coches de gama más alta y con mayor valor añadido.

A mediados del próximo año sabremos también la suerte del nuevo Prever, ante el que Miguel Sebastián se muestra bastante remiso, al menos de momento, ya que no soplan vientos favorables en Hacienda, sin recursos para hacer frente a la crisis, según su titular.

El problema se plantea, además, en un momento clave de las discusiones sobre la financiación de las autonomías, titulares del impuesto de matriculación, la mayor parte de las cuales ha visto cómo se han reducido considerablemente sus ingresos por este capítulo desde el inicio del año -unos 200 millones de euros-, según algunas fuentes. -

El ministro de Industria, Miguel Sebastián, en la inauguración del Salón del Automóvil de Madrid.
El ministro de Industria, Miguel Sebastián, en la inauguración del Salón del Automóvil de Madrid.SANTI BURGOS

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