Vecinos contra los gitanos no logran dinero para su protesta
Los vecinos de Caritel-Pontecaldelas (Pontevedra) tienen dificultades para vender las fincas con las que pretendían conseguir dinero, destinado a un fondo común con el que pagar los gastos que genera su oposición al realojo de familias gitanas. Ante la sospecha de que "el conflicto va para largo y aún se puede complicar más", los vecinos se preparan para "aguantar lo que haga falta" y tal es su rechazo a los gitanos que decidieron que cada uno pondría a la venta una propiedad.
El objetivo es recaudar fondos destinados a cubrir los gastos de los desplazamientos para realizar movilizaciones, o pagar el asesoramiento jurídico en las distintas iniciativas que emprenden contra los realojos. No obstante, la actual crisis económica está impidiendo que esta iniciativa fructifique, y aún no han conseguido vender ninguna de las fincas que pusieron a la venta.
"No va a ser fácil porque con la crisis encima éste es un mal momento para comprar", admitió a Europa Press el portavoz de la plataforma, Carlos Nicolau, que aprovechó para negar de forma "clara y rotunda" que los vecinos tengan algo que ver con pintadas nazis y racistas, aparecidas en la madrugada del domingo en las inmediaciones de la casa ocupada por dos familias gitanas. "Más bien parece obra de cualquier grupo político extremista", señaló este portavoz de la Mancomunidad de Vecinos, que atribuyó a los políticos toda responsabilidad en la situación generada en Caritel.
"A alguien le interesa mantener vivo este conflicto para justificar determinados objetivos", señaló Nicolau, en referencia a la propuesta de Vicepresidencia de crear poblados de transición.
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