El PNV deja de ser aliado preferente del PSOE en el Congreso

En el final de la anterior legislatura, el PNV fue el principal apoyo del Gobierno en el Congreso. Lo fue para sacar adelante los Presupuestos, para aprobar iniciativas legislativas y para salir de aprietos como el intento de reprobación de la ministra Magdalena Álvarez.

Ahora, la situación política en Euskadi hace que los nacionalistas vascos se alejen del PSOE en las Cortes, hasta el punto de que el Gobierno está convencido de que no podrá contar con sus votos hasta después de las próximas elecciones autonómicas vascas.

Los portavoces José Antonio Alonso (PSOE) y Josu Erkoreka (PNV) han conversado en los últimos días y han llegado a una conclusión: por el momento será imposible alcanzar acuerdos. El rechazo a la propuesta de Juan José Ibarretxe y la apuesta de Zapatero por el vuelco electoral en el País Vasco han puesto distancia.

Y ese distanciamiento se ha visualizado ya en el Congreso en votaciones como la de la moción del caso Taguas -crítica con el paso del ex director de la Oficina Económica de La Moncloa a la asociación de constructores Seopan- y el rechazo por parte del PSOE a una iniciativa del PNV para acelerar el blindaje del Concierto vasco. Se ha escenificado también en duras intervenciones de diputados nacionalistas contra el Gobierno. La consecuencia es la reducción del margen de maniobra del PSOE para sumar votos y el fortalecimiento del papel de CiU. Alonso mantuvo la semana pasada una larga reunión con el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, y los nacionalistas catalanes votaron con el PSOE contra la moción sobre Taguas.

Sin el PNV, CiU se vislumbra como básico para aprobar en otoño los primeros Presupuestos Generales del Estado de este Gobierno, según admiten fuentes del Grupo Socialista.