"Dejaría el edificio de Tabakalera tal y como está"

El arquitecto Andrés Jaque participó ayer en San Sebastián en Simbiocity, unas jornadas sobre arquitectura, arte y ciudad organizadas por el Colegio de Arquitectos Vasco-Navarro en Tabakalera.

Pregunta. ¿Cómo ve la relación entre arquitectura, arte y ciudad?

Respuesta. Lo ideal es que la complejidad y el mimo con los que han acontecido los hechos artísticos se instalen en la ciudad. La ciudad puede entenderse como un espacio donde los ciudadanos se encuentran en una situación de mimo y cuentan con los medios para influir en su construcción día a día.

P. ¿Los ciudadanos están dispuestos a participar si se les da la oportunidad?

R. Claro, si les das el estatus de actores, lo utilizan. Y sobre todo ocurre una cosa muy emocionante, y es que la ciudad empieza a parecerse a los ciudadanos que viven en ella. Vivimos en una sociedad democrática y eso significa que lo público tiene que ser representativo. Yo defiendo que la ciudad es un parlamento.

"Los políticos suelen tener un limitado compromiso con la innovación"

P. ¿En qué se traduce eso?

R. Tiene que permitir la visualización de todas las culturas que forman parte de la ciudad. El trabajo de los arquitectos y los urbanistas es conseguir que eso sea posible sin violencia, con belleza, con igualdad de género, con respeto a las minorías, con una relación deseable con el medio ambiente...

P. ¿Y encuentran el respaldo de los políticos?

R. Ha habido momentos en los que hemos encontrado buenos aliados, pero, en términos generales, los políticos españoles suelen tener un compromiso muy limitado con la innovación y, sobre todo, con el enrolamiento público. Y es una pena, porque se gastan unas cantidades de dinero increíbles en construir iconos arquitectónicos, cuando con ese mismo dinero se podrían hacer planes estructurales de la ciudad que realmente tendrían una incidencia directísima en la calidad de vida de la gente.

P. ¿Por qué tipo de intervención arquitectónica apuesta para Tabakalera?

R. Yo apostaría por una no intervención. Dejaría el edificio tal y como está. Lo que necesita Tabakalera es una gestión, no poner pladur en las paredes o cambiar la carpintería. Necesita promocionar una actividad cultural en la ciudad que tenga incidencia en la calidad de vida de la gente. Necesita que por el edificio pasen todas las formas culturales, no sólo las de élite.

P. Un juzgado de lo Mercantil de Bilbao dictaminó ayer que el Ayuntamiento de Amorebieta no podrá mover de su actual ubicación una escultura de Andrés Nagel. ¿Qué opina?

R. Es un tema complejo. Esa transformación debería ser lenta y cuidadosa y terminar representando a todos los actores involucrados. Para mí lo valioso ya no es tanto la escultura, sino la controversia que ha generado. Habría que proteger muy bien esa controversia y permitir que ese espacio fuese casi la cristalización de las posiciones diferentes que construyen Amorebieta. Si se consiguiese, ese sería un verdadero espacio público.